La aplastante realidad virtual… ¿quién podrá detenerla?

Por Ma. Patricia Herrera Gamboa* ¿Qué redes sociales manejas?, ¿tienes página web?, ¿cuántos seguidores tienes? Son las preguntas obligadas en familias, trabajos o escuelas. Creo que ni en nuestros sueños más locos hace un par de décadas, imaginamos que algún día ...

Por Ma. Patricia Herrera Gamboa*

¿Qué redes sociales manejas?, ¿tienes página web?, ¿cuántos seguidores tienes? Son las preguntas obligadas en familias, trabajos o escuelas. Creo que ni en nuestros sueños más locos hace un par de décadas, imaginamos que algún día la humanidad viviría, casi literalmente en un mundo cibernético, aplastante, al que nadie se puede rehusar, porque si no lo haces, no vives, no sirves, no existes…

Aquellos que alguna vez lucharon para abrirse camino, publicitar sus negocios, ofrecer servicios, anunciarse en medios impresos, radio o televisión seguro nunca imaginaron que hoy con un sólo clic bastaría. En esos años, se requerían extenuantes campañas publicitarias, para que un artista lograra una oportunidad y grabara un disco o filmara una película; o una empresa para darse a conocer y que abogados, arquitectos, diseñadores, lograran éxito y consiguieran clientes haciéndose de prestigio, lo que significaba un largo camino, paciencia y bolsillos llenos…

Hoy, en cambio, con un video casero un “cantante”, bueno o malo, se hace famoso en unos cuantos minutos sin mayor esfuerzo, y muchas veces sin preparación y su fama puede ser superior a cualquiera de un extraordinario cantante que luchó años para lograrlo. Las redes se han llenado de “expertos” en todos los temas, un chiste, una ocurrencia, un relato o dando clases de lo que sea sin tener el más mínimo conocimiento o preparación académica y que de la nada se puede elevar o sepultar personajes, criticar o apoyar a quien sea, gobernantes, políticos o cualquiera que se exponga a la vida pública. Incluso se han incorporado nuevas “profesiones”, como influencer, youtuber, streamer, etcétera, con supuestos expertos la mayoría de las veces, tan sólo por su número de seguidores, actividades bien monetizadas, que exponen a muchos jóvenes a abandonar sus estudios y buscar esta forma fácil de vida.

Estas prácticas virtuales también han traído consecuencias graves que afectan la salud mental de las personas —sobre todo niños y adolescentes— como depresión, estrés y ansiedad, que pueden llevarlos hasta el suicidio, ya que la mayor parte del tiempo viven encerrados en ese mundo, durante horas, en malas posturas, o bien, caminando o conduciendo sin darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, poniendo en peligro su integridad física o su vida, por una caída, un accidente o siendo víctimas de robo o secuestro.

También inducen a las malas conductas como prostitución o por seguir videos malintencionados, modas estúpidas de juegos o concursos sin sentido y todavía peor, enseñan a asesinar, secuestrar o delinquir como si fuera un chiste y te convirtiera en héroe, que, por supuesto han tenido consecuencias, incluso mortales.

Pero a pesar de todo ello, la humanidad ya no podría imaginar la vida sin la tecnología digital, que, sin duda, nos ha facilitado todo. Un celular o tablet, se ha vuelto vital, porque literalmente tenemos toda nuestra vida ahí volcada, actividades, amistades, familia o trabajo. Todo lo hacemos a través de miles de aplicaciones, comprar, vender, pagar, respirar.

Y más que abrirnos inevitablemente a este mundo y sólo dejarnos llevar, deberíamos tratar de contribuir a no exacerbarlo, al contrario, ser prudentes y mesurados, tanto en su uso físico, como en el deseo por la efímera fama nacida por “likes” de desconocidos seguidores y así hacérselo saber a los niños y jóvenes, mostrarles que la preparación académica, el conocimiento, las experiencias y los sentimientos humanos no son virtuales, que hay una vida “real” más allá de una pantalla, que nunca sustituirá disfrutar con nuestros propios ojos del más bello paisaje, de un cálido abrazo, de la palabra escrita o de persona a persona.

  •  

*herrerapat@yahoo.com

X @herrera_pat

Temas: