Logo de Excélsior                                                        

Sorpresas te da la vida (II)

Gustavo Mohar

Gustavo Mohar

En las semanas que han transcurrido desde el anuncio que hicieron los presidentes Obama y Castro sobre su decisión de reanudar relaciones diplomáticas, las reacciones en favor y en contra no se dejaron esperar.

En Estados Unidos los políticos republicanos, grupos anticastristas de los cubanos residentes en ese país (en Miami)  y la opinión pública conservadora, criticaron acremente el anuncio. Lo consideran un acto desesperado de su presidente por salvar su imagen y distraer la atención sobre el fracaso de su gestión, opinan que es una victoria del régimen cubano quien obtiene un triunfo sin comprometerse a cambiar su estilo autoritario de gobernar. Han anunciado que, en cuanto reanude sesiones la nueva legislatura, ahora dominada en ambas Cámaras por ellos, bloquearán tanto los recursos presupuestales necesarios para implementar la normalización de las relaciones bilaterales, como  la nominación para embajador que el Ejecutivo les plantee.

Obama ha hecho caso omiso de estas amenazas. Sin mayor estruendo, se limitó a decir que la medida es buena para Estados Unidos y que era un pendiente histórico que no tiene sentido alguno mantener. A la luz del escenario geopolítico global, Cuba no representa amenaza alguna para su país; por el contrario, de un plumazo posicionó a su país como el referente inevitable frente a la retórica del gobierno venezolano, las incursiones rusas y chinas en la región y los acercamientos brasileños en el Caribe. Ello sin olvidar que desde hace años Estados Unidos ha sido el principal suministrador de granos a Cuba, a pesar del absurdo e inútil embargo económico impuesto desde 1960 (negocios son negocios…) En México, el presidente Peña Nieto dio la bienvenida a esta iniciativa y ofreció la disposición mexicana de coadyuvar para asegurar su exitosa implantación. Fuera de ello algunos analistas destacaron  sus posibles efectos  políticos  y económicos para la región, donde México podría verse afectado de manera negativa al tener que enfrentar a un formidable competidor en materia turística y comercial.

En Cuba las reacciones se difundieron de manera controlada y no hay manera de saber si los cubanos conocen y entienden el alcance del escenario previsible. Es más, no dudo que subsista un alto grado de incredulidad sobre el alcance real del cambio que para ellos podría representar en su vida cotidiana. Recordemos que, hace unos meses, se flexibilizaron los requisitos para salir de la isla y no se presentó, como algunos suponían una salida masiva de cubanos hacia los Estados Unidos, México u otros destinos.

2015 será un año de definiciones sobre el impacto y contenido de este histórico cambio. ¿El gobierno cubano lo usará como un tímido primer paso para abrir su economía y flexibilizar los controles autoritarios que aplica a su población? ¿Es un mero cálculo político de coyuntura ante la inminente crisis venezolana que le significaría el fin de su apoyo indispensable para subsistir? ¿Lograrán los conservadores en Estados Unidos descarrilar la iniciativa de su presidente? ¿Estaremos en presencia de un nuevo escenario regional por la llegada de un país que goza de una población educada, orgullosa, y ansiosa de mejorar su condición de vida? ¿Cómo aprovechará el gobierno mexicano esta coyuntura para cosechar décadas de una relación solidaria con Cuba como ningún otro país le brindó?

Esta es mi primera entrega en 2015, año que plantea un escenario internacional pleno de incertidumbre, de conflictos violentos, disputas territoriales, de nuevas amenazas derivadas de los increíbles avances tecnológicos; algunos ancestrales y otros de reciente aparición. Los flujos migratorios continuarán, las fronteras serán motivo de tensiones políticas y sufrimiento para miles de personas, la inseguridad y la violencia  seguirán presentes en la vida de millones de seres humanos que padecen la agresión de organizaciones criminales, algunas  con un poder trasnacional nunca visto. Al mismo tiempo, estamos en presencia de transformaciones positivas sin parangón en la historia de la humanidad: medios de  comunicación que permiten a las redes sociales compartir y difundir sus opiniones, información y alertas de manera instantánea; acciones concertadas de solidaridad internacional frente a epidemias, nuevos descubrimientos informáticos y científicos que abren todo un abanico de posibilidades para aumentar y expandir un bienestar  sin precedente por su alcance y cobertura.

En México, lo he dicho varias veces, no debemos,  es más:  no podemos,  asumir que ese entorno no nos incumbe ni afecta. Todo lo contrario: nos toca enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del nuevo escenario global que se conforma a pasos acelerados;  al mismo tiempo reconocer que necesitamos encontrar una nueva forma de pensarnos y relacionarnos como mexicanos, trabajar para ayudar a construir de manera modesta pero generalizada, el país que queremos legar a nuestros hijos, para que se puedan sentir orgullosos de pertenecer a él.

                *Director Grupo Atalaya

                Twitter: @GustavoMohar

Comparte en Redes Sociales

Más de Gustavo Mohar