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Absuelto al 100%

Gustavo A Infante

Gustavo A Infante

Última Palabra

Hace algunos meses la actriz venezolana avecinada hace muchos años en México, Gabriela Spanic, interpuso una demanda en contra de un servidor, según ella por difamación de honor y daño moral. Me acusaba que por mi culpa nadie la contrataba ni en México ni en el extranjero y exigía, además de una disculpa pública, que me retractara en los mismos espacios donde según ella la había difamado y dañado.  

Desde el día uno, mi abogado, Alonso Beceiro y este que escribe dijimos no, que no había ninguna negociación Después declaró que no sabía en cuánto se iba a tasar el daño moral, porque eso no tiene un valor en pesos, sino que sería una cantidad que nunca especificó. La tercera declaración fue que si le pedía perdón, ella quitaba la demanda, también nos negamos a esa propuesta.

El problema se suscitó cuando apareció un audio donde habla pestes de Lucero, con quien hace muchos años hizo una telenovela. Entonces yo dije que ella era muy conflictiva, que se peleaba con todo el mundo, como Mauricio Islas, José Ángel Llamas, las televisoras, su cuñado Ademar Nahum, su hermana gemela Daniela, que metió a una que fue su asistente a la cárcel y la acusó de envenenarla y bla bla bla bla, es decir todos los problemas que ella misma tiene y genera.

Me mandó un mensaje amenazándome y lo cumplió. Me demandó por lo que ya les dije. Le avisé a mi abogado y amigo Alonso Beceiro, quien puso manos en el asunto y trabajó junto con su equipo de abogados civilistas, como Pedro García, y fuimos a las audiencias, a la primera nunca llegó la actriz. Asistió su abogado con una cara de perdonavidas, que para qué les cuento.

A la segunda sí llegó Gabriela y, durante el interrogatorio a un servidor, el abogado de la señora me agredió, me amenazó con que me iba a romper la madre —palabras textuales del litigante—, incluso, estuvieron a punto de sacarlo de la sala.

Finalmente, la justicia mexicana actuó conforme a derecho y el Tribunal de Justicia de la Ciudad de México dio un veredicto con el que me absolvieron al 100% de todas las falsas acusaciones que me hizo la señora Spanic.

Me da mucho gusto y les voy a decir por qué, porque ella se maneja a niveles distintos. Por ejemplo, ella les dio mi teléfono celular a sus fans de Brasil y en un día recibí casi mil mensajes de amenazas por parte de sus seguidores en Brasil, entre ellas del papá de Gabriel Spanic, quien prometió venir a México a golpearme por lo que había dicho de su hija.

Luego su abogado, agrediéndome en plena audiencia, no sé si ésa sea su forma de trabajar, con amenazas, burlas e intimidaciones, por eso le agradezco al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y al equipo de abogados del Grupo Beceiro su entrega y profesionalismo.

Esto no es una victoria mía, sino de la libertad de expresión, la misma que hemos venido defendiendo los periodistas mexicanos desde hace muchos años y nadie va a venir a quitárnosla, sin importar del lugar de donde provengan sus amenazas.

 

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