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Creel bateado nuevamente por el presidente, “que platique con Adán…”

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

 


Por enésima vez el presidente Andrés Manuel López Obrador bateó el diálogo con un opositor. Rechazó la petición de Santiago Creel de que le diera una hora para compartir su visión sobre la seguridad y la violencia que azotan al país.

El panista alega que algo puede aportar con su experiencia como exsecretario de Gobernación.

“Pues que platique con el secretario de Gobernación… como decía el general Múgica: hechos, no palabras”, reviró el Presidente en la mañanera.

No se le olvida que Creel lo llamó públicamente a no entrometerse en el inacabado proceso legislativo sobre la permanencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública hasta 2028.

El panista tuvo que tragarse el sapo.

Luego de enterarse que lo había bateado, le mando otro mensaje al Presidente.

“Espero que en esta ocasión el diálogo que se lleve a cabo con la Secretaría de Gobernación conduzca a que, finalmente pueda tener un encuentro con usted, que me permita de viva voz exponerle mis puntos de vista sobre la inseguridad y particularmente la violencia que vive el país”.

Santiago hace como que no se da cuenta  que el diálogo plural no es lo del presidente López Obrador. Si en cuatro años no se ha sentado a platicar con los líderes opositores, no lo va a hacer en los dos años que le restan. Tiene una opinión muy pobre de los que no piensan como él.

Ayer habló así de los opositores:

“Se les olvidó que ellos utilizaban al Ejército para tareas de seguridad pública que estaban prohibidas por la Constitución, utilizaron al Ejército para reprimir al pueblo, para llevar a cabo acciones ilegales, inconstitucionales, para masacrar y desaparecer a personas, y entonces no hablaban… ellos actúan de manera facciosa, incluso hasta irracional, de manera contradictoria”, aseguró.

No dijo que la política de “abrazos, no balazos” ata de manos a las Fuerzas Armadas que, en reiteradas ocasiones, han sido humilladas por  malosos envalentonados por esa estrategia que los protege. 

*El Rey del Cash. Su autora es Elena Chávez. Es el testimonio de una periodista que durante 18 años fue pareja de César Yáñez, el hombre de confianza de AMLO, hasta que llegó a la Presidencia. El de la boda en la portada de la revista Hola!, ¿se acuerda?

El texto, prologado por Anabel Hernández, revela la forma en cómo se movía el dinero alrededor del tabasqueño, sin dejar rastro.

Desde ese lugar privilegiado que le dio la cercanía de su expareja con el tabasqueño y su círculo, cuenta a detalle cómo los operadores del hoy Presidente consiguieron, durante mucho tiempo, miles de millones de pesos para cumplirle a su jefe, y de paso, también se sirvieron con la cuchara grande.

“No busco denostar a ninguno de los personajes que aquí aparecen, sino tan sólo romper un pacto de impunidad. Los mexicanos tienen derecho a conocer la verdadera cara de la nueva mafia en el poder. Que vea quien quiera ver y escuche quien quiera escuchar”, escribe Elena en la contraportada del libro editado por Grijalbo.

El contenido es un desmentido a la honestidad valiente, un revés a la superioridad moral de la 4T y a la reiterada afirmación de que “somos diferentes”.

El libro no se ha publicado aún. Estará en los estantes de las librerías el próximo 18 de octubre, pero ya se perfila como un tsunami para la 4T. Conozco a varios que andaban como locos buscándolo. 

*El portal Política Online presentó como exclusiva una nota en la que asegura que el Presidente opera para evitar su publicación.

La tarea se la habría encargado al titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, jefe de César Yáñez, actualmente subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos.

Corrió también la versión de que el gobierno quiere comprar todo el tiraje para evitar su circulación. Le preguntamos a Elena. Nos dice que ya habló con la editorial y que no hay nada de eso. 

También nos dijo que no la han amenazado directamente. Le mandaron, eso sí, un recado de que la van a meter a la cárcel si no prueba lo que escribió. Por ese lado, está tranquila, dice que el libro “está bien sustentado”.

—¿Tienes miedo?, preguntamos.

—Sí tengo miedo, pero los abusos de este grupo han sido brutales. ¿Cómo callar ante lo que nos están haciendo?, cuestionó.

 

 

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