Macron: ¿un Presidente “cool”?

La imagen del mandatario francés se asemeja a figuras como Elon Musk o Jeff Bezos, quienes tienen gran aceptación internacional

En la portada de Forbes (con fecha del 31 de mayo 2018), Emmanuel Macron tiene el honor de recibir el título de “líder de los mercados libres”. El pasado 3 de mayo, la exministra de Asuntos Exteriores de España, Ana Palacio, publicó en El País una tribuna en la cual presenta al Presidente francés como “un líder con una enorme personalidad internacional”. Hace unas semanas, la revista Politico lo llamó “el líder político más dinámico de Europa”.

Parece que la prensa internacional tiene a su nuevo consentido. Incluso en

su propio país, los periódicos, tanto de derecha como de izquierda, no paran de elogiar al actual jefe de Estado, al nivel que su ultrapresencia en los medios de comunicación tradicionales se volvió tema de burla en las redes sociales.

Este “ambiente mediático” culminó durante su reciente estancia en Washington, en donde tuvo el privilegio de ser recibido por Donald Trump en calidad de visita de Estado (la primera en Estados Unidos desde la elección del empresario). Muchos artículos y reportajes abordaron la complicidad que tienen los dos presidentes, bromeando sobre sus constantes contactos físicos cercanos, pero notando el aumento de visibilidad internacional del francés.

Aunque tradicionalmente Francia había moderado su apertura al neoliberalismo, Macron ha promovido políticas para el libre mercado, la reducción de impuestos, disminución de regulaciones y atracción de inversión extranjera. Estas reformas entran en el paradigma actual que favorece el entusiasmo hacia la cultura del emprendimiento. Así, la imagen del Presidente francés se asemeja a figuras como Elon Musk (fundador de Tesla y SpaceX) o Jeff Bezos (fundador de Amazon y Blue Origin), quienes tienen gran aceptación internacional. Inclusive, él fomenta esta imagen de geek, como el pasado enero, en el Consumer Electronics Show de Las Vegas, en donde Francia tuvo la mayor representación extranjera.

No obstante, para muchos franceses, esta imagen “cool” es la máscara que esconde políticas austeras. Las reformas neoliberales de Macron han generado descontento, porque los franceses estiman mucho su Estado de bienestar. Los servicios públicos del país galo son de excelente calidad, sirviendo de red de protección poderosa para los más pobres (permitieron, por ejemplo, limitar los impactos sociales negativos de la crisis financiera de 2008).

Desde el mes de marzo se multiplicaron las manifestaciones estudiantiles y de empleados de varios sectores profesionales. Pero, sin duda, la protesta más emblemática es la de los ferrocarrileros que luchan en contra de lo que consideran un inicio de privatización de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF, por sus siglas en francés). Estos trabajadores temen una lenta destrucción de este servicio de transporte, fundamental para el país, tal como sucedió en Reino Unido con la desaparición de la compañía pública British Rail. ¡La experiencia británica fue tan catastrófica que hoy en día, hasta los ciudadanos británicos conservadores reclaman una renacionalización!

Sin embargo, hay que reconocer que, a pesar de que Macron enfrenta fricciones sociales, recientes encuestas de opinión muestran que la mayoría de los franceses parece seguir apoyando estas reformas.

* Profesor de la Facultad de Estudios Globales. Universidad Anáhuac México, Campus Norte

** Alumna de la misma Facultad

forointernacional@anahuac.mx

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