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Atraco legislativo

Federico Döring

Federico Döring

Atraco legislativo a mano alzada, así se consumó el atropello en contra de la ciudadanía.

A la regenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y a su pandilla de Morena, ya se les está haciendo una costumbre cometer aquello por lo que siempre, siendo oposición, tanto criticaron al PRI. Son iguales.

No conforme con el atraco por más de 23 mil millones de pesos —equivalentes al 10 por ciento del presupuesto en 2020— que se ejercerán de manera discrecional, sin transparencia en caso de emergencias sanitarias, y sin el contrapeso de la adecuada fiscalización por parte del Congreso de nuestra ciudad; pues no será hasta el 2022 —por supuesto una vez concluido el periodo electoral del 2021—que la Auditoría Superior de la CDMX presente el informe de resultados de las auditorías de la Cuenta Pública 2020.

Por si esto fuera poco, ahora los morenistas van tras más recursos y para ello pusieron en la mira el Presupuesto Participativo, el cual, de un plumazo, decidieron posponer del 2020 al 2021 —nuevamente, en época de campañas— con una arrasadora mayoría y aprobado esta semana en comisiones del Congreso para convertir este programa en una bolsa de recursos para comprar a billetazos lo que no han podido ganar con buenos y eficientes gobiernos.

Con absoluto desprecio por la voluntad de los ciudadanos, y bajo la excusa de la pandemia ocasionada por el covid-19, pues según ellos imposibilita la realización de las asambleas vecinales para definir los Comités de Ejecución y Vigilancia de los proyectos, se ha determinado posponer el ejercicio democrático y democratizador con el claro fin de una manipulación de intereses políticos.

Se trata de un burdo atropello sin sentido, en doble discurso, mientras dicen que la pandemia está domada, por el otro lado se escudan en la pandemia como la razón de todo para evitar reuniones presenciales de vecinos. Escuchamos verdaderas sandeces, dignas de Ripley, como la reapertura del Centro Histórico por orden alfabético o la de los centros comerciales por una hora, e incluso vemos al Presidente sin cubreboca en pleno centro de la Ciudad de México y así encabezando todos sus eventos públicos.

Para todo ello sí hay condiciones sanitarias de sana y libre convivencia, pero para meterse el dinero en la bolsa o convocatorias vecinales no las hay. Como si el comportamiento del virus fuese diferente en función del tipo de evento. Incongruencias que usan Sheinbaum y Morena para manipular y modificar las leyes a su conveniencia.

Es tal el cinismo y el descaro de la regenta que se atrevió a defender el atraco diciendo que fue un acuerdo entre ella, los alcaldes y alcaldesas, lo cual es un insulto a la inteligencia de todos, pues incluso si fuese cierto, el dinero y la decisión la tomarán los vecinos a través de las Comisiones de Participación Comunitaria, no es dinero ni de ella ni de las alcaldías, bonita lógica científica de “hágase la voluntad en los bueyes de mi compadre”.

Este pretendido atraco choca con la máxima política de Morena que pregona que el pueblo sabio manda, y en este caso el pueblo ya fue sabio y eligió; la regenta, los alcaldes y alcaldesas y, por supuesto, el Congreso. Al tiempo si ese dinero no termina estando operando con fines electorales.

 

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