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Mayoriteo

Fabiola Guarneros Saavedra

Fabiola Guarneros Saavedra

Mensaje directo

Pueden decirse muchas cosas sobre el retorno de la aplanadora legislativa, aplicada por Morena el pasado martes. Menos que era inesperada.

Las elecciones del primero de julio le dieron a Andrés Manuel López Obrador el beneficio de contar con mayoría en el Congreso para emprender las acciones que considere necesarias para consolidar su proyecto. Un privilegio que les fue negado a sus antecesores.

Pero esta mayoría da a los sectores identificados con la izquierda la oportunidad de una reivindicación cultural. Arrinconados siempre en la minoría, resignados al pataleo o a la toma de tribuna como último recurso, avasallados a la hora de las votaciones por el PRI y sus eventuales aliados… no extraña que sientan que es la hora de la revancha.

La bancada del Movimiento Regeneración Nacional hizo valer su ventaja numérica para imponer un exhorto del Legislativo a las autoridades para suspender la evaluación docente, parte nodal de la Reforma Educativa,
que ha sido condenada a muerte por la nueva fuerza política hegemónica.

No conformes con esa demostración de músculo, los legisladores morenistas subieron a la tribuna, como en las viejas épocas, para gritar y alzar el puño, cual si fuera el templete de un mitin.

Rudeza innecesaria, porque bastaba con votar cómodamente desde su curul. Y más aún, porque el propio Presidente electo había anunciado que presentarían las iniciativas para cancelar la Reforma Educativa en forma y tiempo, y mientras tanto, acatarían lo establecido y respetarían el mandato constitucional del presidente Enrique Peña Nieto.

De plano ganó la impaciencia o eran muchas las ansias por demostrar ahora quién puede dejar caer su peso para imponer sus decisiones. Sea como fuere,
esta confrontación pareciera querer reventar el clima de civilidad entre el mandatario saliente y el entrante. Y la verdad, no le veo la necesidad.

La Secretaría de Educación Pública, por lo pronto, ya respondió que el proceso de evaluación docente programado para el resto del año se cumplirá porque es un mandato constitucional. Y la nueva fuerza hegemónica, que tendrá en sus manos la elaboración de las leyes, debiera ser consciente de que el mandato que les otorgó la ciudadanía implica observar formas y tiempos.

Una de esas formas es concretar el diálogo con el resto de las fuerzas políticas que tanto han prometido los líderes morenistas, en aras de diferenciarse del mayoriteo priista, práctica cuyo único argumento consiste en sumar la mayor cantidad de dedos alzados.

Aun cuando la aplanadora se activó esta vez para aprobar un punto de acuerdo, no descartemos que se quiera echar mano de ella en el ambicioso calendario legislativo que mi compañera Vanessa Alemán adelantó el pasado domingo en las páginas de Excélsior.

De acuerdo con su información, la mayoría morenista en San Lázaro diseñó un esquema de comisiones internas para sacar adelante una vasta agenda que comienza justamente con la derogación, lo más pronto posible, de la Reforma Educativa. Pero que también considera procesar en las próximas semanas la creación de la Secretaría de Seguridad Pública, la reincorporación del Estado Mayor Presidencial a la Sedena y a la Semar, una nueva ley de percepciones económicas de los servidores públicos y una reforma constitucional para la revocación de mandato, consulta popular, referéndum e iniciativa ciudadana, entre otros proyectos.

Todas las mencionadas son propuestas de gran calado con implicaciones profundas que bien vale la pena discutir agotando todas las perspectivas posibles. Pero la celeridad con la que se pretende aprobarlas hace temer que el debate quede minimizado y se imponga la fuerza numérica. Aquella que tanto criticaron cuando eran apenas oposición testimonial, pero sin abandonar prácticas como la toma de tribuna, que sólo se justificaba porque no les quedaba de otra.

Muchos pensarán que es inútil decírselos, pero creo que no queda de otra. Señores de Morena: la ciudadanía envió un mandato muy claro a la clase política para desterrar prácticas políticas viciadas. Espera un ejemplo de civilidad y de que ustedes sí se abran al diálogo que otras fuerzas políticas siempre les negaron. Ejercer con madurez la mayoría comienza con desterrar el mayoriteo.

                Twitter: @Fabiguarneros

 

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