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Homicidio infantil y covid-19

Columnista invitado Comunidad

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Por Blanca Ivonne Olvera Lezama

El covid-19 ha alterado las condiciones de la vida diaria en todos los ámbitos, así como a toda la población.

El estudio ENCOVID-CDMX de la Unicef estableció que 61.5% de los hogares de la Ciudad de México reportó pérdidas en los ingresos, situación que se compara con 65.5% a nivel nacional.

Asimismo, al igual que ocurre en el país, en la ciudad se identificó que las familias con niñas y niños reportaron porcentajes más altos de afectaciones en el ingreso en comparación con su situación antes de la pandemia (68.5 por ciento).

Save the Children y la Unicef advierten que la repercusión de la crisis económica mundial ocasionada por la pandemia y la pérdida inmediata de los ingresos hace que las familias encuentren más dificultades para obtener productos básicos como agua y comida, tengan menos probabilidades de acceder a la atención médica o la educación y estén más expuestas al peligro del matrimonio infantil, la violencia, la explotación y el abuso.

El Inegi en 2019 registro 2,315 defunciones de niños, niñas y adolescentes de hasta 18 años, muchas de estas muertes son resultado de la inseguridad por la que pasa el país, derivada del narcotráfico, cuyos cárteles y bandas han reclutado entre 30 y 35 mil infantes, aproximadamente, según la red de los derechos de la infancia en México (Redim), organización que señaló que, de enero a mayo del 2020 fueron asesinados 1,034 niñas, niños y adolescentes. Es decir, un promedio de siete víctimas de homicidio infantil diariamente.

El 27 de octubre de 2020, dos cuerpos de 12 y 14 años, descuartizados y con signos de tortura, fueron encontrados por la policía de la Ciudad de México cuando eran transportados en bolsas de plástico en un diablito en las calles del Centro Histórico. Estos homicidios infantiles son atribuidos presuntamente al cártel la Unión Tepito. A este mismo cártel se le atribuye también el homicidio del menor de 14 años cuyo cuerpo fue encontrado dentro de una maleta, mientras era transportado por dos adolescentes en las calles de la colonia Guerrero, y quienes manifestaron que les pagarían dos mil pesos por tirar el cadáver a un basurero.

El 14 de noviembre, el cuerpo de un bebé de aproximadamente dos meses fue encontrado tirado en la calle envuelto en una cobija, sin vida y con signos de tortura, en Iztapalapa. De estos homicidios infantiles hemos tenido conocimiento pero, ¿de cuántos de los cuerpos de infantes asesinados que fueron a dar a la basura no se ha sabido?

¿Por qué se está asesinando a los infantes, torturándolos y descuartizándolos? ¿Qué relación tiene el homicidio infantil con la delincuencia organizada, el reclutamiento, cobro de piso, extorsión y narcomenudeo? ¿Por qué no existen cifras oficiales de homicidio infantil, pues sólo hay cifras de la Unicef y la Redim?

 

  • El homicidio infantil requiere medidas urgentes:

Crear una estadística oficial del número de niños, niñas y adolescentes víctimas de homicidio infantil para la realización de política criminal.

Crear una base de datos de ADN de infantes asesinados, y de indicios biológicos de terceras personas, que sean hallados en cuerpos de víctimas de homicidio infantil, encontrados en la necropsia correspondiente.

Realizar entrevistas al personal de limpieza y camiones de basura, así como una inspección in situ de los tiraderos de basura, con el objetivo de encontrar indicios o testimoniales de homicidios infantiles.

Realizar una investigación criminal en calles, vecindades y mercados que lleven a la ubicación y localización de niños, niñas y adolescentes que sean víctimas de extorsión, reclutamiento, explotación laboral, sexual, narcomenudeo por delincuencia organizada, a efecto de encontrar indicios y brindar atención a los infantes por instituciones gubernamentales.

Implementar programas de colaboración de investigación con planeación estratégica y criminal entre policías, ministerios públicos y peritos, para ubicar a responsables de homicidio infantil.

Habrá muchas otras acciones y programas, pero por algo se tiene que empezar para detener y erradicar el homicidio infantil, una disculpa pública no es suficiente, recordemos que los niños y las niñas son el futuro de México.

 

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