Un llamado impostergable a las juventudes
¿Cuántas veces nos han dicho que los jóvenes somos apáticos y que no nos interesa lo que acontece a nuestro alrededor? ¡Muchas! A veces, las suficientes para creérnosla y alejarnos de los asuntos públicos hasta que pase algo que nos provoque participar. Pero esto es ...
¿Cuántas veces nos han dicho que los jóvenes somos apáticos y que no nos interesa lo que acontece a nuestro alrededor? ¡Muchas! A veces, las suficientes para creérnosla y alejarnos de los asuntos públicos hasta que pase algo que nos provoque participar.
Pero esto es un mito, la realidad es que la mayor parte del tiempo, en los momentos de definición donde el pueblo de México ha alzado la voz contra la injusticia y el autoritarismo o ha luchado por causas justas, las y los jóvenes han estado presentes, participantes y activos. Va siendo momento de romper esa falsa idea, porque hemos estado en las cuatro transformaciones de nuestro querido México.
Conforme las y los jóvenes adquirimos conciencia de nuestra realidad y nuestra historia, nos hemos ido asumiendo herederos de las luchas más nobles del pueblo mexicano; además nos ha tocado vivir un momento inigualable; mi generación —ya crecidita en años— ha transitado de luchar desde la oposición y resistencia a entender la lucha también en el ejercicio del poder. Hemos tenido el privilegio de contar con un maestro que nos ha enseñado en palabra y acción una nueva concepción de ello: el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
El sueño de conquistar un gobierno del pueblo y para el pueblo, no de las élites para las élites, ha pasado de generación en generación; algunos intentos pacíficos y no pacíficos no han fracasado, y varios de los que han triunfado en el mundo siguen hasta la fecha bajo el asedio de los poderosos globales.
La construcción de un México con igualdad, justicia, libertad, democrático y la instauración de un buen gobierno han sido parte de una idea que abrazan distintos sectores de la población, incluidas las juventudes, por eso recordamos siempre con honor a los estudiantes de 1968 que se enfrentaron al poder y desnudaron las entrañas más siniestras de un régimen basado en la represión, la violencia, el miedo y la mentira.
Los últimos 80 años habían sido de un sistema político, económico y social basado en el autoritarismo, el fraude electoral, la corrupción, los privilegios, el poder al servicio de las minorías rapaces, la política como negocio y el abandono al pueblo. Ese viejo régimen ha quedado desnudo en su totalidad con la declaración de culpable a Genaro García Luna en Estados Unidos, por dirigir una organización criminal desde el gobierno (sí, así mismo desde el gobierno).
Por eso, el momento que vivimos debe ser entendido por las nuevas generaciones como una gran oportunidad para cambiar lo que no nos gusta y no permitir que vuelvan esos personajes que hicieron tanto daño a nuestro país.
Con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza ese proyecto democrático, popular y de cambio se logró por la vía electoral, cívica y pacífica; esa lucha y resistencia de años significó un proceso lento, pero constante de revolución de las conciencias.
La que escribe, al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador y miles de personas más, estamos convencidas de que la continuidad y profundización de la transformación radica en que el proceso de organización popular y de conciencia no se detenga; de la mano del relevo generacional que hoy es una realidad, haciendo política, militancia, activismo y actividad constante para continuar con el cambio, bajo la convicción de que la nueva forma de hacer política radica en un profundo amor al pueblo y el actuar diario bajo principios e ideales.
Ésa es la gran ruta de la esperanza para consolidar el cambio que vivimos y la historia debe ser una motivación y base para hacer política. Por eso, a partir del 5 de marzo visitaremos todos los estados del país, encontrándonos con las y los jóvenes de más de 100 en las plazas públicas, mediante Revolución de las Conciencias, que serán jornadas culturales y de debate político en las que se buscará generar un punto de encuentro, formación y articulación para su participación política.
