Algunas voces ligadas a gobiernos anteriores dicen que con Andrés Manuel López Obrador vivimos en una dictadura, pero el domingo pasado vimos síntomas de que la democracia en México está más viva que nunca.
Salieron a manifestarse miles de personas con expresiones “antiAMLO”, encubiertas por la consigna, el pretexto o la idea manipulada de que la democracia está en riesgo.
Ha sido evidente que las y los convocantes difunden mentiras sobre el llamado plan B que planteó una serie de reformas electorales y que los asistentes no tienen idea clara de en qué consisten.
Los manifestantes afirman que estas reformas destruyen al INE, que es un plan para fortalecer la “dictadura” que encabeza el Presidente y que la democracia está en riesgo. Esto, aunque López Obrador es el presidente que más respaldo popular ha tenido al ser electo y a lo largo de sus 4 años de gobierno, expresado en manifestaciones aún más grandes que la de los partidos de oposición, en encuestas y en elecciones después del 2018.
La estrategia de los opositores a la Cuarta Transformación ha sido la difusión –en complicidad con los grandes medios de comunicación–, de mentiras, miedo y odio; por eso en estas manifestaciones vemos expresiones clasistas, racistas y de odio al Presidente, y sus simpatizantes. Repiten narrativas construidas por el PRIAN: que queremos instaurar una dictadura comunista (lo que sea que se imaginen), que nos queremos robar las elecciones en 2024, que eliminaremos la credencial de elector o tener control de las elecciones.
Ninguna de esas narrativas se sostiene ni con la realidad ni con la lectura de las reformas aprobadas. Aunque de quienes convocaron a esta marcha no nos sorprende su mentira, ver y escuchar a los asistentes en su desconocimiento de lo que afirman, así como la facilidad con la que responden al llamado de estas voces ligadas al viejo régimen con un historial cargado de inmoralidades y corrupción, más bien asusta y entristece su falta de memoria.
Para que las “buenas intenciones” no avalen a quienes han lastimado tanto a nuestra nación, va un recuento de algunos de los políticos convocantes y algunas de las acciones que no deben olvidarse:
Felipe Calderón ensangrentó al país y permitió que se descontrolara la violencia, tuvo de secretario de seguridad a Genaro García Luna, declarado culpable por sus vínculos con el narcotráfico), Vicente Fox prometió “sacar al PRI de Los Pinos” y resultó ser continuidad del priismo, envuelto en varios escándalos. Javier Lozano, colaborador cercano a Calderón, fue su secretario de Trabajo e impulsó la reforma laboral que disminuyó derechos laborales, avaló la subcontratación y precarización laboral, además de ser culpable de dejar sin empleo a 44 mil familias), Elba Esther Gordillo, símbolo de la corrupción y antidemocracia sindical, estuvo al frente del SNTE durante 24 años, beneficiada por gobiernos anteriores. Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila que endeudó a su estado. Marko Cortés, presidente del PAN. Alito Moreno, presidente del PRI. Jesús Zambrano, presidente del PRD. Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno del DF (varios funcionarios de su gobierno están detenidos y prófugos de la justicia). Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación de Peña Nieto. Jorge Romero, coordinador de los diputados del PAN y líder del cártel inmobiliario en la Ciudad de México. Santiago Taboada, alcalde de la Benito Juárez y cómplice del cartel inmobiliario).
Estos personajes han vivido durante décadas del sistema político mexicano, les persiguen actos arbitrarios, autoritarios y de corrupción; jamás salieron a manifestarse a las calles antes junto al pueblo de México por alguna causa justa. ¿Podemos afirmar que son personajes sin intereses políticos, económicos o con profundo respeto a la democracia y amor a México?
No quieren defender la democracia, sino sus intereses, mostrar músculo político contra López Obrador y pensar que pueden volver a su democracia (de instituciones a modo y privilegios, donde las élites se ponen de acuerdo y los medios de comunicación dicen que todo marcha bien).
