Línea 12, ¿quién es el culpable?

Las víctimas merecen conocer la verdad.

El 3 de mayo de 2021, la Ciudad de México vivió una de las tragedias más impactantes: una trabe del tren elevado de la Línea 12 del Metro colapsó, provocando el descarrilamiento y desplome de algunos vagones del tren en circulación. La noticia causó en la población asombro, conmoción y empatía con las posibles víctimas. En los habitantes y usuarios de la zona, la búsqueda inmediata de familiares y amigos para saber si no estaban en ese preciso instante y en ese vagón. En la jefa de Gobierno y sus funcionarios, la urgencia de dar la mayor y pronta atención al acontecimiento. 

Los conocedores del tema comenzaron a realizarse preguntas: ¿qué lo provocó?, ¿fue negligencia de funcionarios o corrupción?, ¿se construyó mal la obra o fue el mantenimiento? ¿Quién o quiénes son los responsables de esta tragedia? Hubo, incluso, quienes pensaron en ese momento que pudo haber sido provocado, pero esa noche algunos políticos tradicionales pensaron en muchas otras cosas alejadas de la reacción humana más noble. 

En la pervertida mente de la oposición más tóxica a la 4T, se pensó en el golpeteo a la jefa de Gobierno, al canciller y exjefe de Gobierno, a Morena y, por supuesto, al Presidente de la República. Seguramente, también, en las conciencias de quienes algo saben de lo que pudo haberlo provocado, hubo nerviosismo. 

Sin embargo, de inmediato, Claudia Sheinbaum anunció que se tomarían medidas y acciones para acompañar a heridos y familiares de las personas fallecidas, que se realizarían las obras necesarias para rehabilitar lo más pronto el funcionamiento de la Línea y que, para conocer la razón del colapso, posibles responsables y generar la certeza de que no habría impunidad, se solicitaría un peritaje externo que acompañara las investigaciones de la Fiscalía de la Ciudad de México y de expertos mexicanos. 

La compañía DNV sería la encargada de realizar un dictamen técnico de la causa-raíz del incidente; se le contrató porque cuenta con una metodología con marca registrada para detectar las causas de accidentes. Los resultados se entregarían en tres informes y se mantendría una colaboración y diálogo con los peritajes de la Fiscalía y expertos llamados por la ciudad. 

 El primero y segundo informes se apegaron a la metodología prometida, fueron realizados por técnicos extranjeros, manteniendo una relación bilateral con los peritajes oficiales en México. 

 Dichos informes determinaron que el accidente se había provocado por fallas en el diseño de la obra, fallas en su construcción, soldaduras no terminadas y no realizadas, falta de fusión en pernos y trabes, ausencia de pernos en las trabes que conforman el conjunto del puente elevado y falta de supervisión de la obra. 

 Extrañamente hace 5 meses, la empresa DNV entregó su tercer informe sin considerar lo que los expertos en México habían encontrado, fuera de su propia metodología, contradiciendo lo que decían sus informes anteriores y, éste último, realizado por DNV México, es decir, ya no por técnicos extranjeros sino por mexicanos, entre los que se descubrió al abogado Héctor Salomón Galindo, quien lleva años litigando contra López Obrador y cercano a Claudio X. González, principal opositor a la 4T. 

 Hace unos días, voces ligadas al PAN, demostraron tener conocimiento de dicho informe que no ha sido recibido por el Gobierno de la ciudad por no cumplir con el rigor científico solicitado y, peor aún, la empresa DNV lo habría filtrado al diario El País, violando la cláusula de confidencialidad del contrato. 

Esas mentes, esos intereses y nerviosismos que el día del accidente no pensaron en las víctimas ni en la tragedia —aunque las metan en su discurso político— son las mismas que han politizado un informe técnico para desviar responsabilidades, atacar a la jefa de Gobierno, usarlo como marro contra quienes consideran adversarios o por alguna otra extraña motivación. 

 A pesar de ello, la investigación continúa, las preguntas deben responderse, las víctimas merecen conocer la verdad, la Fiscalía debe ubicar a los responsables y la ciudadanía no debe dejarse engañar por las manos sucias de siempre. 

Temas: