PISA sin prisa
El Vigésimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, en votación unánime, revocó la suspensión provisional, otorgada a Educación con Rumbo, para que el gobierno de México aplique PISA 2025. No dice que la suspensión haya sido definitiva.
“Despacio que llevo prisa” es una frase que se le atribuye a Napoleón. Pero al parecer le dijo eso a su valet que lo vestía y quería llegar a una cita bien arreglado, guapo, pues. No obstante, parece ser un buen consejo, tanto para el ejercicio del poder como para la vida cotidiana; las decisiones apresuradas conducen a errores, más que a aciertos. Pero no es el caso con la resolución de si México va a participar en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) a pesar de que el Presidente dijo el 7 de mayo: “Sí, sí participamos sin ningún problema. Todo lo que tenga que ver con educación se apoya…”. Contradijo a la presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, Silvia Valle Tépatl, que le dijo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que la Mejoredu no tenía facultades expresas para hacer los estudios previos necesarios a la aplicación definitiva.
Organizaciones de la sociedad civil, académicos y periodistas que trabajan en el asunto aplaudieron, bueno, no, no aplaudieron, pero sí mostraron algo de contento por la máxima del Presidente. Pero siempre hay desconfiados; unos quizá pensaron que la postura verdadera del gobierno no la expresó el Presidente, sino Valle Tépatl (aunque no consultó con los comisionados de la Junta Directiva). En consecuencia, con ánimos de asegurarse que sí habrá PISA, se fueron por el camino legal.
La organización civil Educación con Rumbo interpuso un amparo para que la SEP y la Mejoredu ejecuten los trámites necesarios para llevar a cabo la prueba piloto de PISA. Además, tiene que ser antes de que termine el año escolar. Educación con Rumbo obtuvo la suspensión definitiva el 17 de mayo de la jueza Tercera de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México. Aunque hay algo de confusión, pues nuestro compañero, David Vicenteño, publicó ayer en Excélsior que el Vigésimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, en votación unánime, revocó la suspensión provisional, otorgada a Educación con Rumbo, para que el gobierno de México aplique PISA 2025. No dice que la suspensión haya sido definitiva. De cualquier manera, la resolución del colegiado dicta que no está claro si dicha evaluación forma parte de un parámetro constitucional de derechos humanos, para que se solicite su protección a través de un amparo. Ergo, la vía legal no prosperó.
Pero los convencidos de que PISA representa una ventaja para el país son tercos, no se dan por vencidos. Ayer entregaron en Palacio Nacional una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador con la firma de más de 200 organizaciones civiles, escuelas y personalidades donde le solicitan que ordene a la SEP y la Mejoredu que ejecuten su orden del 7 de mayo. Le expresan que, por primera vez en 25 años, México corre el riesgo de no participar en ese ejercicio internacional y se interrumpirá una serie histórica de datos fundamentales. Alertan: “Si no se realiza la prueba de campo, México quedará fuera de una reconocida evaluación internacional, privando a la próxima administración federal de evidencia concreta sobre los niveles de aprendizaje y competencias de los estudiantes de 15 años”.
Las organizaciones y personas participantes en ese desplegado no insinúan que el Presidente se haya echado para atrás y que no cumplirá con su palabra. Se concretan a solicitar mayor información sobre el proceso que lleve a concretar esta importante prueba. En otras palabras, le dicen, hay prisa, el tiempo se agota.
En la barrera de enfrente sigue el rechazo a PISA. En una entrevista reciente (El Universal, 17/5/24), el director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga —para muchos el ideólogo de la versión vigente de la Nueva Escuela Mexicana— expresa que PISA no tiene ningún sentido y que si México la abandona otros países de América Latina también lo harán.
A fe mía que el Presidente no tiene prisa, va despacio porque en el fondo desprecia cualquier evidencia que ponga en duda que vamos requetebién. Más todavía si esos datos los produce un organismo intergubernamental, que acusa de neoliberal y le dice que no es guapo. En este debate, pienso, Silvia Valle Tépatl y Marx Arriaga van mano.
