Ausencias que lastiman: falleció sin haber hallado a su hijo

La historia se escribió el 28 de enero de 2011, un año difícil para el estado en materia de seguridad, donde las desapariciones forzadas se incrementaron en todos los sectores sociales.

Roberto Galván Llop, de 33 años, presuntamente se dirigía al estado de Morelos a participar en un torneo de Ajedrez Rápido.

La Fiscalía General de Justicia del Estado, en aquel entonces informó que el joven transitaba por el Libramiento Óscar Flores Tapia, en el municipio de Arteaga, donde se estacionó cerca de un cajero automático para efectuar una transacción bancaria.

Ese fue el último trámite que efectuó y se perdió su rastro, actualmente se desconoce su paradero, por lo que sus familiares solicitaron a las autoridades una investigación para dar con él.

Galván Llop era originario de Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, tenía la categoría de maestro nacional, dentro de la Asociación de Ajedrecistas y había participado como tal en el torneo rápido de Popocatla, Tlaxcala, el 19 de septiembre de 2010.

La Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de Personas no Localizadas mantiene abiertas las pesquisas para dar con su paradero, pero no se han tenido resultados. De acuerdo con el Blog de Frida, donde se toma el testimonio de 25 familias víctimas e integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), que preside Javier Sicilia, se establece:

“Mi hijo Roberto Galván, de profesión ajedrecista, maestro y campeón nacional, mundialista en su juventud, fue detenido por elementos de la Policía Estatal de Caminos de Nuevo León, a bordo de seis patrullas el día 25 de Enero de 2011, en la ciudad de General Terán, distante a 100 kilómetros de Monterrey, Nuevo León”.

“La información ha sido recabada por familiares y amigos íntimos ya que las autoridades de Nuevo León no me han proporcionado información alguna, aun cuando yo presenté la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de ese Estado, desde el 8 de Febrero de este año; misma que ratifiqué el día 28 del mismo mes”.

“La Policía Estatal de Caminos reconoció haber detenido a mi hijo, pero verbalmente dijeron que después de haberlo interrogado y haberse dado cuenta de que no había cometido ningún delito, simplemente lo dejaron en libertad ese mismo día y que, queriéndolo ayudar, lo llevaron casi hasta la Central de Autobuses de Montemorelos, Nuevo León, porque no llevaba sus zapatos”.

“Lo cierto es que a partir de que la Policía Estatal de Caminos de Nuevo León dice haberlo liberado, mi hijo se encuentra en calidad de desaparecido”.

Su padre Roberto Galván falleció el primero de noviembre de 2013, recorrió el país en busca de su hijo desaparecido en dos caravanas convocadas por Javier Sicilia. En aquel entonces Sicilia, manifestó que la muerte de Galván es “un dedo que continúa acusando la corrupción y la indignidad de un país. Sin hombres como él todo sería el infierno”.

El hombre murió sin haber encontrado a su hijo Roberto Galván Llop. “El desgaste por la ineficiencia del Estado para buscar a sus ciudadanos aunado al dolor indescriptible de no saber de su hijo mermó su salud”, indicó el MPJD.

Cuando Roberto Galván Llop cumplió un año como desaparecido su padre le escribió una emotiva misiva donde le dice que “en donde sea que estés, quiero recordarte que así como sabes cuánto te amaba aún antes de tu alumbramiento, así te amaré por lo que tenga de eterna mi alma y que así también, no he de parar hasta encontrarte en esta o en esas otras vidas”.