Fuga de fieles católicos por abusos sexuales cometidos por el clero

PARÍS.

Aunque el catolicismo ha disminuido en el mundo occidental, su implacable declive en Francia es todavía más sorprendente si se tiene en cuenta su prominencia anterior. Ahora, el informe ordenado por la Iglesia sobre los abusos sexuales cometidos por el clero, publicado la semana pasada, supuso una nueva degradación.

El informe confirmó que fueron afectados más de 200 mil menores en los últimos 70 años.

El reverendo Laurent Stalla-Bourdillon, sacerdote y teólogo en París, dijo que la Iglesia todavía está asimilando “el alcance de su gradual marginación en la sociedad francesa”.

Marginación numérica por la disminución de los índices de observancia, y marginación en cuanto a la estima de la esfera política por la Iglesia como institución”, manifestó Stalla-Bourdillon, que fue capellán de los legisladores franceses.

El poder histórico de la Iglesia puede percibirse de inmediato al visitar la Catedral de Nuestra Señora de París o cualquier otra ciudad francesa, donde la iglesia local ocupa el lugar más destacado.

Pero su influencia ha disminuido de manera constante en el último siglo y el declive se ha acelerado desde principios de los años 60, cuando 96% de los franceses decía estar bautizado y ser católico, según el informe.

Estudios realizados con datos del Estudio Europeo de Valores revelan que en 2018 sólo 32% de los franceses se identificaba como católico y menos de 10% asistía a misa con regularidad.

Hoy, según sus propias estadísticas, la Iglesia celebra la mitad de los bautizos que hace dos décadas y 40% de los matrimonios.

El número de sacerdotes en Francia ha disminuido, pero no el de los sacerdotes extranjeros, que a menudo son traídos desde el exterior para llenar las filas de un sacerdocio en declive.

Para las víctimas de abusos sexuales por parte de miembros del clero, el informe fue un relato devastador.

François Devaux, cofundador de una asociación de víctimas, preguntó si “la Iglesia, después de todas sus traiciones, es capaz de reformarse. ¿Podemos permitirnos confiar en ellos, una vez más, a pesar de su opacidad?”, cuestionó.

Las víctimas esperan una indemnización por parte de la Iglesia. Olivier Savignac, quien sufrió abusos sexuales por parte de un sacerdote cuando era menor de edad y fundó una asociación para víctimas, dijo que querían una indemnización para cubrir años de facturas médicas, “no una suma simbólica y pequeña” cubierta por las donaciones de los feligreses.