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Europa hace exclusiva la sangría; rechazan imitaciones

El Parlamento Europeo aprobó que sólo España y Portugal pueden usar el término “sangría” para vender vino mezclado con bebidas de alta graduación, agua gaseosa, azúcar y fruta

Ilian Cedeño | 15-02-2014
Ilustración: Ignacio Huizar

CIUDAD DE MÉXICO, 15 de febrero.- La sangría es tan conocida fuera de España como la paella o el jamón ibérico, y bebidas de ese tipo se producen en diferentes partes del mundo, incluyendo México. Pero si se realiza en otros países ajenos a la Unión Europea (UE) no se podrá vender dentro del bloque, pues su normativa lo prohíbe.

Pese a la seriedad con que la intervención de la UE invistió el tema, esto no obliga a que quien mezcle frutas y vino tinto en su cocina deba pagar derechos a algún ente español y tampoco a mezclar forzosamente un “tintorro” español en su bebida porque de otra manera no sería una “sangría” oficialmente sancionada.

Con todo, introduce una categorización necesaria. ¿Puede una bebida gaseosa que  no tenga vino llamarse “sangría”?

Estados Unidos, en donde se encuentran las oficinas centrales de Novamex, productora de la gaseosa “Sangría señorial”, está negociando un tratado de libre comercio con la UE que de llegar a concretarse obligará a que la bebida deba adecuarse a la medida que aprobó el bloque y que le da exclusividad a España y Portugal.

El pasado 15 de enero el Parlamento Europeo aprobó con 609 votos a favor, 72 en contra y cuatro abstenciones una norma que señala que sólo España y Portugal pueden utilizar el término “sangría” para comercializar vino mezclado con bebidas de alta graduación, agua gaseosa, azúcar y fruta.

Las “sangrías” que se distribuyan en México deberán, como cualquier otra “similar que se venda en un país externo a la UE, poner en su etiquetado: bebida aromatizada a base de vino, producida en… y el país de origen sea cual sea, México, EU, Colombia, etcétera”, advirtió el eurodiputado socialista español Andrés Perelló, en entrevista con Excélsior.

Aunque la propia medida impacta sólo a los países miembros del bloque europeo, contempla la limitación en otras naciones, siempre y cuando se tengan vínculos comerciales.

“La sangría de Estados Unidos no se podría vender en Europa como tal, porque la directiva europea no lo admite, lo mismo aplica para otros productores”, destacó el eurodiputado.

Pero es la Organización Mundial del Comercio (OMC) la que se tiene que hacer cargo de limitar que dichos productos se denominen tal cual, pues la Unión Europea promulgó su exclusividad.

“Si en México o en otros países hay compañías que estén produciendo o envasando sangría es un problema que debe solucionar la OMC o los tratados internacionales, pues el nombre como tal ya sólo hace referencia a la realizada en España o Portugal”, dijo Perelló a este diario.

Desde hace años la sangría forma parte del patrimonio nacional gastronómico español y es uno de los símbolos inconfundibles del país.

Dos años de trabajo les costó a los eurodiputados españoles conseguir que Bruselas llegara a la conclusión de que la sangría sólo sea la producida en España o Portugal. Ahora, los países miembros de la Unión Europea (UE) tendrán un plazo de un año para adaptar su legislación a las nuevas normas.

“Se ha hecho justicia a una de nuestras bebidas más tradicionales que, hasta ahora, se veía obligada a compartir mercado en igualdad de condiciones con las de otros países donde no es autóctona”, dijo Perelló, uno de los promotores de la norma.

“No se trata de impedir que nadie fabrique este tipo de vinos aromatizados en cualquier lugar, pero a partir de ahora nuestros sectores tradicionales gozarán de la seguridad jurídica que les da la denominación exclusiva para España y Portugal”, explicó.

El reglamento actual, vigente desde 1991, constata que la sangría es una bebida ligada a España y Portugal, pero no protege de forma tan
clara la denominación.

La sangría en Portugal se conoce como clarea y se prepara con vino blanco, a diferencia de España en donde se hace con tinto.

“La mayor producción de sangría se da en territorio español, pero en la UE detectamos que en otros países del bloque, como en Alemania, se hacía sangría sin darle crédito al país de origen”, indicó Perelló.

El socialista indicó que los países que oferten esa bebida deben especificar con letras pequeñas que es tipo sangría y el lugar de producción.

Es importante diferenciar entre la denominación de origen y la denominación de venta. La primera garantiza la procedencia y la calidad diferenciada del lugar en el que se producen las materias primas, y la segunda permite tener la “exclusiva”, en este caso, de un producto “popular”, como la sangría.

Se trata de una actualización del reglamento, cuya publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) se prevé en menos de un mes (los Estados miembros tendrán un plazo de un año para trasladar la norma a sus legislaciones nacionales) en el que se incluye la denominación de venta, la descripción de las características específicas del producto y la indicación geográfica mencionada previamente.

Los países del bloque deben poner en marcha desde ahora las modificaciones a las bebidas de tipo sangría, para que cuando la medida sea publicada en el DOUE ya se encuentren dentro de los lineamientos estipulados en enero.

“Totalmente ridículo en lo que se pierde el tiempo. La sangría es una receta y punto, se haga donde se haga. No requiere ningún producto ligado especialmente a un lugar ni lo fue nunca. No es lo mismo que el Champagne o el jamón ibérico”, lamentó un  español citado por el diario ABC.

Aunque no hay un periodo de transición que delimite el reglamento, los países del bloque ya deben ir haciendo las modificaciones a su envase, añadió el diplomático.

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