El poder de la voz de Aretha Franklin

CIUDAD DE MÉXICO.

Hace 50 años una joven origi­naria de Memphis, Tennessee, llegó a las oficinas de Atlantic Records a firmar un contrato discográfico que la llevaría a convertirse en una de las vo­ces más estremecedoras de la historia de la música, otor­gándole el título de La Reina del Soul.

A medio siglo de eso, los productores musicales Don Reedman y Nick Patrick se aventuraron a retomar temas icónicos de Aretha Franklin –y algunos que pocos sabían ha­bía grabado- y llevarlos a un nuevo nivel a lado de la Royal Philharmonic Orchestra de Londres. Fue así como nació A Brand New Me, el nuevo ál­bum de La Reina del Soul.

“La idea vino poco después de que en 2015 hiciéramos un álbum con los temas de Elvis Presley apoyados por la Royal Philharmonic Orchestra; que­ríamos darle ese toque que las canciones tuvieran aire fresco con la filarmónica, después sacamos el álbum y ha ven­dido más de un millón y me­dio de copias, lo cual nos hizo sentir muy orgullosos.

Hubo un acercamiento con Warner Bros. para poder hacer un disco como ése con uno de sus artistas, y entonces Nick y yo pensamos inmedia­tamente en La Reina del Soul, Aretha Franklin, porque ya habíamos hecho el disco de El Rey del Rock; ella es una ar­tista que tiene una voz increí­ble que funcionaría muy bien con la Orquesta Filarmónica y bueno, aquí estamos con el disco terminado a punto de que salga al público”, señaló Don Reedman en entrevista exclusiva con Excélsior, des­de Londres, Inglaterra.

Durante un proceso que duró un año, Reedman y Pa­trick se dieron a la tarea de revisar el catálogo de temas que Franklin grabó durante su estancia en Atlantic Records para elegir los 14 temas que conforman esta producción que sale a la luz mañana.

“Para elegir las canciones nos basamos en que fueran hits de Aretha como Respect y Say a Little Prayer, y muchos otros temas que la gente no sabe que Aretha grabó como Oh Me Oh My o Let It Be que es una melodía de The Beatles, temas que pudieran ser tra­tadas por la Filarmónica y que además tuvieran eso que las hace sonar frescas y actuales.

Nos enfocamos en que fueran grandes temas y que además hubiera una gran va­riedad del material que Aretha había grabado, que no se sa­bía, hay muy buen material”, agregó Reedman.

Sin embargo, más allá de las canciones que Franklin in­mortalizó con su singular voz, el verdadero reto que los pro­ductores musicales encon­traron fue dar estos temas un nuevo aire manteniendo la esencia de la voz de la can­tante mientras todo se con­juntaba con el sonido de la Filarmónica.

“El reto fue hacer que la voz de Aretha sonara natural con los arreglos de la Filar­mónica sin perder el feeling del soul que ella canta, de su forma de hacerlo, sin perder el sentimiento de la grabación original.

“No queríamos sobrea­rreglar y sobreproducir las canciones y al mismo tiem­po quitarle ese sentimiento de la interpretación; el reto fue encontrar un balance en­tre lo que íbamos a hacer en la grabación y mantener la ma­gia de lo que Aretha ya había hecho.

Es una línea muy delga­da en la que debes encon­trar la manera de acercarte a estas canciones y mante­ner a Aretha pura y al mismo tiempo darles ese toque de actualidad y frescura que que­ríamos, y fue algo que man­tuvimos todo el tiempo en la cabeza”, dijo el productor.

Para Reedman y Patrick, el haber trabajado con estas canciones representó una de las más grandes responsabi­lidades que han tenido en su carrera ya que, a su conside­ración, pocos son los intérpre­tes que con su voz golpean el corazón de las personas de tal forma que trascienden en el tiempo.

“Estas melodías, para mí, lo que tienen que las hacen perdurar en el tiempo, es la forma en la que se interpretan. Aretha canta desde el corazón de una forma muy genuina, no sólo interpretaba una canción para grabarla y ganar dinero, son temas increíbles, los can­ta con convicción y pasión, lo que trasciende el tiempo. Es el poder de la voz humana, la distinción que Aretha tiene... es algo que nadie tuvo antes y que me parece nadie tiene hasta ahora; este tipo de intér­pretes te golpean directo en el corazón cuando los escuchas y reaccionas a eso”

Cuando ya habíamos ter­minado el disco, Aretha lo escuchó y la gente de su ofi­cina nos comentó que le ha­bía gustado mucho el trabajo que habíamos hecho con las canciones. Que nos hayan dicho eso es emocionante y muy relajante porque realizar una aportación a esas graba­ciones originales después de tanto tiempo es una respon­sabilidad muy grande, y saber que fue aceptado por la artis­ta es un gran alivio y un gran honor poder haber hecho un disco como éste”, concluyó Reedman, quien ya trabaja en un nuevo proyecto musical de The Beach Boys.

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hch