Arturo Márquez vuelve a la cumbia

El compositor trabaja otra vez con la Orquesta Sinfónica Infantil de México

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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de agosto.- Si los músicos niegan sus habilidades en la pista de baile, Arturo Márquez (Álamos, Sonora, 1950) es la excepción. “Dicen que los músicos no bailan, yo creo que es cierto; aun cuando traen la música por dentro, te dicen no, no bailo. Siempre he dicho que soy una de las pocas excepciones; a mí sí me gusta mucho bailar, independientemente de que lo hago mal o lo hago bien a veces, eso es otra cosa, yo creo que el gusto por el movimiento corporal es importante”, afirma.

El compositor del famoso Danzón 2 se confiesa afecto al son cubano y la salsa, pero también dice bailar “poco danzón. Me gusta la cumbia, bailo un poco de norteña, porque eso la bailábamos desde pequeños allá en el norte, en fin hay nos movemos a lo que nos toquen”.

La música popular le ha servido en los últimos años no sólo para bailotear festivamente sino para conectar con el público más joven, al que ha dedicado buena parte de su último trabajo.

Hace dos años compuso por encargo de la UNAM la cumbia sinfónica Alas a Malala, que interpretó en diferentes ocasiones la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM); este año Márquez ha vuelto a trabajar para esa agrupación, ahora realizando los arreglos musicales para 4 canciones mexicanas, integrada por la cumbia maya Hanal Weech, la pirecua Tirineni Tsïtsï y los valses oaxaqueños El feo y Canción mixteca.

Últimamente, dice en entrevista, “la música bailable ha estado de una manera muy cercana a mí, en los últimos 25 años o más; Alas a Malala tiene que ver con la cumbia, aunque el resultado no sea así como la cumbia tradicional, pero sí retomo los elementos, el ritmo, un poco de la cimentación. La cumbia es parte de nuestra cultura, así como los boleros, el bolero es cubano, pero es parte de nuestra cultura así como el danzón; la cumbia curiosamente se ha aceptado en muchos lugares, como ésta que es maya, pero también hay cumbias norteñas, cada una con su propio color, su propia manera de interpretarse pero todas con una base reconocible”.

De las 4 canciones mexicanas, el compositor sonorense realizó dos versiones; una para voz femenina que interpretó Lila Downs junto con la OSIM y la que ejecutará esa misma agrupación este sábado y domingo en la Ciudad de México como parte de su 24° Campamento de estudios y Conciertos de Verano. “Considero muy importante, y desde hace tiempo lo vengo haciendo, poner la música tradicional en la sala de conciertos, de hecho esa es una de las vertientes de nuestra identidad fuera de México, que es muy cercana y que nuestra música de concierto es festejada a través de nuestra música tradicional”.

La música popular, agrega el concertista, otorga una ventaja más: “Lo que buscamos con este tipo de experiencias con orquestas de niños y jóvenes es que la música sea muy cercana a ellos, a su propia naturaleza y una de ellas es precisamente la parte rítmica, esa parte musical que tenga una característica de baile, festiva, es muy importante para crear algo que esté cerca de su naturaleza de jóvenes, que haya ritmo y además que lo expresen con el instrumento”, dice.

En los últimos años, el propio Márquez se ha encargado de dirigir una banda musical y un coro en el estado de Morelos, aun solventando él mismo los recursos. Apostar por este tipo de proyectos, piensa, ofrece resultados inmediatos: “en el momento en el que el niño tiene la oportunidad de entrar en una agrupación de esta naturaleza su vida cambia, la vida de la familia cambia, la vida de la comunidad a la que pertenece empieza a cambiar”.

“Lo que no es inmediato es el aprendizaje, son años de estudio, eso se va dando poco a poco, lo maravilloso es que encuentran de inmediato una nueva manera de vivir. Yo lo que estoy viendo en Morelos es que en general tenemos a unos niños y jóvenes más felices de lo que podían ser sin la música, muchos de ellos se van a dedicar a la música y los que no, van a llevar esta experiencia para siempre”, agrega.

En tiempos de crisis, Márquez lamenta que los recortes presupuestales puedan afectar proyectos de esta naturaleza. “Los recortes siempre van estar aquí, principalmente con la educación, no se recortan los sueldos de los políticos, esos son intocables, pero sí se recorta el presupuesto que va hacia educación”.