¿Qué es la regla de los 60 segundos y por qué deja tu piel radiante?
Regla de los 60 segundos en skincare: cómo aplicarla, beneficios, precauciones y quiénes deben ajustarla.

La tendencia de la regla de los 60 segundos vuelve a colocarse en el radar del cuidado personal.
Y es que, en términos prácticos, consiste en extender el uso del limpiador facial durante un minuto completo dentro de tu rutina de cuidado de la piel, un enfoque de skincare que busca optimizar la higiene cutánea sin añadir productos nuevos.
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¿Qué es exactamente la regla de los 60 segundos en skincare?
La regla de los 60 segundos es un protocolo simple: masajear el limpiador facial sobre la piel durante un minuto cronometrado antes de enjuagar.
La idea central es darle tiempo suficiente al tensioactivo (o a los aceites limpiadores) para aflojar residuos, sudor, protector solar y maquillaje, especialmente en zonas donde suele quedar suciedad acumulada (alrededor de la nariz, línea del cabello y barbilla).
Su popularización se atribuye a profesionales de estética que recomiendan dedicar más tiempo a la fase de higiene como base de todo skincare bien ejecutado.

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¿Por qué 60 segundos y no menos?
En rutinas aceleradas es común retirar el limpiador facial a los 10–20 segundos.
Ese lapso puede ser insuficiente para disolver filtros solares resistentes al agua o maquillajes de larga duración. Un minuto favorece la acción del producto sin requerir fórmulas más agresivas.
El enfoque, además, promueve un masaje suave que impulsa la microcirculación de la piel y ayuda a que el lavado sea más homogéneo en la rutina de cuidado.
¿Cómo aplicar la regla de los 60 segundos sin irritar la piel?
- Elige el producto correcto. Prioriza limpiador facial acorde a tu tipo de piel: geles suaves para piel mixta o grasa, leches/cremas para piel seca o sensibilizada y aceites/bálsamos como paso desmaquillante cuando uses maquillaje resistente.
- Moja el rostro con agua templada. Evita el agua muy caliente, que puede alterar la barrera cutánea.
- Cronometra el minuto. Masajea con yemas de los dedos, presión mínima y movimientos circulares. Divide el rostro por zonas (frente, nariz y mejillas, barbilla) y reparte el tiempo.
- Enjuaga sin fricción excesiva. Retira el limpiador facial con agua templada. No uses toallas ásperas; seca con golpecitos suaves.
- Completa la rutina de cuidado: aplica humectante y protector solar por la mañana. Por la noche, ajusta según activos (retinoides, niacinamida, etc.) para evitar sobreexfoliación.

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¿Con qué frecuencia hacer la rutina de los 60 segundos?
Para la mayoría, una vez al día es suficiente (noche). Si por la mañana tu piel está limpia y usas solo hidratante y protector, puedes optar por un enjuague suave o un limpiador facial muy gentil por menos tiempo. En climas cálidos o tras ejercicio, el minuto puede ser útil de forma adicional, siempre que tu piel lo tolere.
Eso sí, la regla de los 60 segundos no sustituye tratamientos dermatológicos ni corrige por sí sola afecciones como acné moderado a severo, rosácea o dermatitis seborreica.
¿Quiénes deben ajustar o evitar la regla de los 60 segundos?
- Piel altamente sensible o con brotes activos. Si tienes ardor, enrojecimiento persistente, eccema o rosácea, empieza con 20–30 segundos y observa respuesta.
- Uso intensivo de exfoliantes. Si tu rutina de cuidado ya incluye ácidos, retinoides o exfoliación física, mantén el minuto con un limpiador facial muy suave para no comprometer la barrera.
- Climas extremos. En ambientes muy secos o fríos, el tiempo de contacto prolongado puede resecar. Compensa con humectantes y evita agua caliente.
- Área periocular. No masajees durante 60 segundos sobre párpados; esa zona requiere productos específicos.
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