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Del rezo a la prevención, lección del sismo del 85

En la actualidad, la Ciudad de México está lista para reaccionar ante un movimiento telúrico o desastre natural

Arturo Páramo / Foto: Archivo | 19-09-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre.- El 19 de septiembre de 1985 el movimiento telúrico de 8.1 grados en la Escala de Richter desnudó la falta de preparación de los capitalinos ante un cataclismo natural.

A diferencia de la actualidad, cuando ante un sismo se dispara una alerta sísmica y se efectúan masivos desalojos, hace 29 años los capitalinos echaban a correr sin orden, o bien se hincaban a rezar.

Las crónicas escritas en el diario Excélsior tras los terremotos relatan que:

La gente corría por las calles, abrazaba a sus seres queridos. Otros rezaban de rodillas a la puerta de sus casas. La gente huía, huía sin saber a dónde. Nadie sabía que hacer”.

Las letras escritas describen que la gente echaba a correr a la calle y caían de rodillas, implorando al cielo, a alguna divinidad, que detuviera el movimiento de la tierra, imploraban piedad.

La gente decía, “Ya, Dios, ya, detenlo”, señala una de las crónicas publicadas el 20 de septiembre de 1985.

La capital del país no tenía capacidad de hacer frente al desastre desatado por el sismo más devastador en la historia de la Ciudad de México.

En las páginas de Excélsior se leen las siguientes frases  "La desorganización, dada la magnitud del desastre, prevaleció entre las cuadrillas de auxilio". “Embotellamientos impedían paso de unidades de auxilio”. “Los equipos de rescate permanecieron a la expectativa por falta de implementos de trabajo". “La gente deambulaba por las calles en busca a de familiares y amigos”. “Los teléfonos estaban muertos. No había luz ni agua. El tránsito estaba desquiciado”. "Los damnificados son espanto, son lágrimas y lamento en los albergues."

Miles de personas pasan la noche en jardines, plazas, camellones y la calle misma ante el miedo de que sus casas o departamentos colapsen. El temor es reforzado con el sismo de la noche del viernes 20, de 7 grados en la Escala de Richter, que termina por desquiciar al Distrito Federal.

El recuento final del sismo del 19 de septiembre de 1985 es devastador:

  • Las víctimas fueron entre 6 mil y 10 mil
  • Más de un millón de habitantes se quedaron tres días sin servicios de luz y agua
  • 880 edificios quedaron en ruinas
  • 2 mil 831 edificios tuvieron daños
  • las pérdidas materiales ascendieron a 4 mil millones de dólares

 

asj

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