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Sentencian a asesino de Karen Joanna Sánchez Gochi estudiante de la UNAM

Mario Gabriel Enríquez sonreía de manera burlona mientras se le indicaba que estaría 35 años en prisión

Yohali Reséndiz / Foto: Especial | 05-06-2013

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de junio.- Mario Gabriel Enríquez Pérez, sonreía burlonamente mientras el Juez Octavio Isrrael Cevallos Orozco, le notificaba la sentencia de 35 años por el homicidio calificado con causa penal 145/2012 en contra de Karen Joanna Sánchez Gochi, de 20 años de edad.

Al terminar, Conrado Sánchez, padre de Karen Joanna reprochó al Juez Cevallos Orozco los "35 años" para el feminicida de su hija.  "Tengo que ser sensible con las dos partes, además yo no considero a Mario Gabriel Enríquez Pérez un peligro" respondió juez.

"Siempre la MP María de Lourdes Cruz Pérez, nos decía y ¿esto, para qué?, acerca de las  evidencias que llevábamos y tenía una frase para nosotros: bueno, vamos por la media, siempre era la media" dice Conrado.

Aquel 11 de junio de 2012, Karen Joanna, estudiante de Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, regresó del gimnasio. Su teléfono había registrado varias llamadas del celular de Mario Gabriel; alrededor de las 22:00 horas se encontraron.

"Era la una de la mañana, me asomé de mi hija y ya no estaba en la puerta" dice Guadalupe Gochi, madre de la víctima. De inmediato, fueron a la casa de Enríquez Pérez a preguntar por ella y negó haberla visto, incluso dijo que tenía meses de no verla.

Guadalupe recuerda que horas después, el joven reconoció haber estado con ella, pero que no sabía dónde estaba; por lo que procedieron a denunciar su desaparición.

Al día siguiente la familia intentó interponer la denuncia de desaparición ante la agencia del Ministerio Público, pero los enviaron al Centro de Apoyo para Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA). "Se trataba de una desaparición, y nos enviaron a la Fiscalía Especial de Investigación para Secuestros", señala el padre de Karen Joanna.

El  viacrucis comenzó ante las instancias de la PGJDF

Por su cuenta, los padres de Karen pidieron a una compañía telefónica el registro de llamadas del celular de su hija, "las últimas llamadas que contestó fueron las de Mario y las presentamos como prueba, exigimos una orden de presentación de testigo, pero nadie giró el oficio correspondiente", recuerda Sánchez.

Por sus medios y no importando el riesgo, la familia buscó a Mario en la escuela de baile y lo convencieron de rendir su declaración, mientras amigos y familiares a través de las redes sociales alertaban y pedían informes.

Personal de la Agencia Novena del Ministerio Público desdeñaron el caso al sentenciar que “se había ido con el novio”. Los padres explicaron que no tenía novio, "Ah, entonces hizo berrinche, ya regresará a su casa".

Javier Enrique Iturriaga García y Alfonso Díaz Pauli, oficial secretario y supervisor en turno, respectivamente, de la Fiscalía Especial de Investigación para Secuestros y Jaime Malvaez Zapien, oficial secretario de la Fiscalía Desconcentrada de Investigación Miguel Hidalgo al saber la edad de Karen, se negaron a levantar la denuncia por desaparición.

"Todo empieza mal desde que encuentran a mi hija en la Fiscalía desconcentrada de Azcapotzalco con la indagatoria número A/AZ-3/T1/00703-12-06 calificando la MP Laura Patricia González Cortés y el Oficial Secretario del M.P. C. Carlos García Martínez como homicidio culposo el feminicidio de mi hija, ni siquiera le hicieron un examen toxicólogo por falta de tubos" dice la madre de Karen Joanna.

La joven desapareció un lunes y al día siguiente un comandante judicial llamó por teléfono: “Encontraron a Karen; está muerta”.

El gerente de un hotel de la colonia Obrero Popular, en Azcapotzalco, había alertado que una de las habitaciones ocupadas desde la noche anterior no había sido entregada. Llegaron  policías y encontraron el cuerpo sin vida de la joven.

Karen Joanna había sido encontrada semidesnuda sobre una cama, su ropa estaba dentro del retrete.

Murió como “consecuencia del mecanismo de asfixia por sofocación en su variedad de obstrucción de orificios respiratorios”.

El miércoles 13 de junio, la PGJDF consigna ante el juez penal en turno a Mario Gabriel como probable responsable del delito de homicidio  más no feminicidio perpetrado contra la joven, ya que confesó el asesinato bajo los efectos del alcohol.

"Una vez que encontramos a mi hija, nos dimos cuenta que no hicieron el levantamiento de sábanas y reconstrucción de hechos al momento”, señala Guadalupe Gochi.

A partir del 25 de octubre de 2011 opera en el Distrito Federal el Protocolo de Investigación Ministerial, Policial y Pericial del Delito de Feminicidio.

El Protocolo establece que los titulares del Ministerio Público adscritos a las fiscalías desconcentradas que inicien una averiguación previa por la privación de la vida de una mujer, salvo que se trate de una conducta culposa, tendrán la obligación de informar de manera inmediata a la Agencia Especializada de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio Doloso en Agravio de Mujeres y Personas con Orientación o Preferencia Sexual y por Identidad o Expresión de Género y Feminicidio con la finalidad de coordinar la práctica de las diligencias correspondientes.

En el caso de Karen Sánchez Gochi, víctima de feminicidio el 11 de junio de 2012, no fue así. La Fiscalía Desconcentrada en Azcapotzalco, la primera que visitó la escena del crimen, no dio el aviso correspondiente.

Feminicidio: castigo de 20 a 50 años de prisión

Justo hace un año, en junio de 2011, la ALDF tipificó el feminicidio en la Ciudad de México al reformar el artículo 148 bis del Código Penal local, para castigar el delito con penas de 20 a 50 años de prisión.

Según la ley, el feminicidio es el asesinato de una mujer por razones de género y se da cuando el agresor y la víctima hayan tenido una relación afectiva, de confianza, sentimental, de parentesco, laboral, docente o que haya implicado subordinación o superioridad.

En octubre de 2011 la PGJDF publicó un acuerdo para emitir el protocolo de investigación ministerial, policial y pericial del delito de feminicidio, y así contar con lineamientos con perspectiva de género y derechos humanos.

De enero de 2010 a junio de 2011, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) registró 125 asesinatos dolosos de mujeres en la capital del país. De los mil 235 casos ocurridos en ocho estados, siete por ciento correspondió a mujeres estudiantes.

 

asj

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