¿Quién se despidió con honores?

Si la Selección Mexicana clasifica a una eliminatoria caminando, malo; si avasalla en partidos amistosos, malo; si cumple con un compromiso de observación y de todas maneras gana, malo; si se despide con triunfo antes de viajar a un campeonato mundial, malo, y si pierde en todas las mencionadas actuaciones, malo.

Previo al Mundial de 1994, la selección fue goleada por Bulgaria, Rusia y camino a Estados Unidos perdió con el país anfitrión generando pesimismo. Antes de Francia 98, el equipo de Manuel Lapuente fue goleado también por la Universidad Católica, Noruega y Wolfsburgo y tanta era la preocupación que se contempló mandarle a Luis Fernando Tena y Ricardo Ferretti como asistentes.

En 2002, Corea del Sur eliminó a México en la Copa Oro y para levantar el ánimo le pusieron a Javier Aguirre puros sinodales que no iban a participar en el Mundial, como Albania, Bulgaria, Colombia y Bolivia, y con el único clasificado, Estados Unidos, perdió en un presagio de lo que iba a suceder en la Copa del Mundo.

En 2006, otra vez el Tri perdió con la República de Corea, los rivales moleros fueron Venezuela y RD Congo, y ya en el Viejo Continente, dos derrotas ante Francia y Holanda desnudaron la idea futbolística de Ricardo La Volpe.

Para 2010, ocho amistosos de la calidad de Nueva Zelanda, Corea del Norte, Islandia, Senegal y Angola antes de despedirse ante Chile. Otras dos derrotas contra rivales de categoría en Europa, Inglaterra y Holanda, y una victoria frente a Italia, en Bruselas.

Para 2014, Israel para decir adiós, una selección que no clasifica a una fase final desde 1970, todos felices, porras, el “¡sí se puede!”, pero antes de viajar a Brasil dos descalabros con Bosnia Herzegovina y Portugal en tierras estadunidenses.

Entonces, ¿cuándo se despidió la selección siendo convincente con nivel de juego y contundencia? La historia dice lo contrario, entonces, la victoria pírrica y abucheos registrados el sábado pasado contra Escocia son la constante, pero ahora se sumó el grito pidiendo la salida del técnico, el colofón de una campaña en contra del técnico colombiano que, sin saber toda la historia del futbol mexicano, ha cambiado las metodologías rudimentarias y repetitivas que han llevado a la Selección Nacional al mismo lugar de siempre.

Precisamente, al cambiar el sistema de trabajo, la selección puede encontrar resultados diferentes a los de los seis recientes Mundiales, pero ni así hay inteligencia para detenerse y analizar las nuevas posibilidades.

De seguro tendremos carro lleno de arribistas en caso de que la selección de Juan Carlos Osorio cambie la historia.