Temporada de ensueño

Cuando los Pieles Rojas de Washington terminaron de aplastar a los Bills de Búfalo en el Súper Tazón XXVI en enero de 1992, nadie imaginaba que ese no sólo sería el último título de la añeja franquicia, también fue la última ocasión en que disputarían un Juego ...

Cuando los Pieles Rojas de Washington terminaron de aplastar a los Bills de Búfalo en el Súper Tazón XXVI en enero de 1992, nadie imaginaba que ese no sólo sería el último título de la añeja franquicia, también fue la última ocasión en que disputarían un Juego de Campeonato de la NFC por más de 30 años. Aquel duelo por el trofeo Lombardi en Mineápolis, marcó el fin de una era en la capital de EU, ya que, a pesar de que el legendario coach Joe Gibbs se retiraría un año después de aquella victoria, el protagonismo de los entonces Pieles Rojas se daba por descontado, tras más de una década de estar en la élite de la NFL. Poco a poco las temporadas ganadoras se volvieron escasas, especialmente cuando Dan Snyder compró a la franquicia en 1999. Con el polémico propietario, las apariciones en la postemporada fueron pocas, y la única ocasión que tocaron la puerta del Juego de Campeonato fue en 2005, cuando perdieron en Seattle el Juego Divisional.

Desde entonces, no habían vuelto a ganar un duelo de playoffs, hasta hace dos domingos, cuando igual que hace 19 años derrotaron a los Bucaneros de Tampa Bay en la ronda de comodines. Aunque la ausencia de los duelos por el pase el Súper Tazón se mantenía, esa maldición también se rompió el sábado pasado cuando dieron la sorpresa, eliminando a los Leones de Detroit. Los ahora Commanders se encuentran a una victoria de regresar al gran partido, algo impensado cuando arrancó la temporada. No hay que olvidar que, en el primer año de Josh Harris como nuevo propietario, Washington ganó únicamente cuatro encuentros, razón por la cual despidieron a su entonces entrenador en jefe, Ron Rivera. La búsqueda por un nuevo líder los llevó a buscar en el staff de coaches de los Vaqueros de Dallas, eligiendo a Dan Quinn como sucesor de Rivera. Quinn tenía enfrente la encomienda de enderezar el rumbo.

Armando un buen staff de coaches (especialmente a la ofensiva con la llegada de Cliff Kingsbury) con buenas adquisiciones vía la agencia libre, y con un draft que trajo al ganador del trofeo Heisman, Jayden Daniels para ser el nuevo mariscal de campo, el ánimo en Washington mejoró, sin embargo, nadie esperaba lo que estaba por venir. Tras perder el juego inaugural ante los Bucaneros, los Commanders empezaron a acumular triunfos, en camino a una campaña de doce victorias. Con Daniels como catalizador, el ataque ha sido muy constante y la defensiva ha sido oportunista, dando como resultado un equipo agresivo y ganador. El orden que el nuevo dueño trajo a la oficina se ha reflejado en el campo, la franquicia dejó de ser disfuncional. El domingo en Filadelfia, la temporada de ensueño podría continuar, obvio, Washington no es el favorito, pero tomando en cuenta lo que han hecho hasta ahora, un regreso al Súper Tazón por primera ocasión en 33 años no suena descabellado.

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