Sistema adecuado

El viernes, en Palacio Nacional, fue entregado el Premio Nacional de Deportes 2025 a los más destacados atletas, entrenadores y personajes que han contribuido a la promoción del deporte en nuestro país durante el año.

En total, 16 personas fueron las galardonadas en esta ocasión. Todas merecedoras del reconocimiento, gracias a la dedicación, profesionalismo y esfuerzo entregado a sus diferentes disciplinas, ayudando así al fomento de la activación atlética, tan importante en una nación que lleva décadas sufriendo muchos problemas de salud derivados de una alimentación poco propicia y de un estilo de vida sedentario, alejado del deporte, y de todos los beneficios que conlleva su práctica constante.

México lleva mucho tiempo de tener una sociedad con números alarmantes de sobrepeso y obesidad, con una cantidad enorme de niños que padecen esos problemas; además de tener demasiadas personas con problemas de diabetes y de enfermedades cardiovasculares. De ahí que promover el deporte sea fundamental.

Es por ello que ver a los ganadores del Premio Nacional debe generar admiración y convierte a esas personas en ejemplos a seguir, en ídolos a emular por millones de niños que, al verlos, pueden tener esa aspiración que los lleve, primero, a una vida sana, a tener disciplina, a alimentarse mejor y a soñar con algún día ser ellos quienes puedan ser los galardonados. Aunque la principal tarea de un gobierno no es generar atletas de alto rendimiento, más bien consiste en tener una sociedad con salud, sí se puede ir de la mano de programas que incentiven la actividad física y que también apoyen a los jóvenes que, una vez involucrados en algún deporte, quieran dar el siguiente paso y dedicar su vida a ser un atleta.

Ver a los ganadores genera una enorme admiración, porque sabemos que todo lo que logran lo consiguen sin tener el mejor sistema deportivo. Los obstáculos que enfrentan van más allá de la arena deportiva, van más allá de derrotar a sus oponentes, también tienen que vencer múltiples obstáculos que sus propias federaciones les ponen en el camino; por eso, sus triunfos tienen un valor mucho mayor.

No basta con que el gobierno les dé ese premio y por un día demuestre interés en lo que han logrado. Si queremos tener una sociedad sana y con jóvenes alejados de los vicios, así como de las trampas de una supuesta vida fácil en el crimen organizado, es necesario dejar atrás la retórica y realmente actuar promoviendo el deporte.

Son necesarios programas serios para que la educación física no sea una materia de relleno en la escuela, para, así, generarles a los niños el hábito de la actividad atlética y, después, tener un sistema adecuado que le permita a la juventud poder dedicarse a ser deportistas de alto rendimiento.