Mentalidad adecuada

Después de tantos rumores acerca de su futuro, Santiago Giménez por fin ha llegado a una de las ligas de futbol de mayor relevancia. El Bebote ha firmado un acuerdo con el Milan hasta 2029, luego de que el Feyenoord y el gigante del calcio llegaron a un acuerdo para el ...

Después de tantos rumores acerca de su futuro, Santiago Giménez por fin ha llegado a una de las ligas de futbol de mayor relevancia. El Bebote ha firmado un acuerdo con el Milan hasta 2029, luego de que el Feyenoord y el gigante del calcio llegaron a un acuerdo para el traspaso del delantero a la Serie A.

Así concluyen meses de especulaciones acerca del futuro del jugador de la Selección Nacional, que cumple su sueño de llegar no sólo a uno de los campeonatos más importantes del mundo, también lo hace con uno de los clubes de mayor historia en el balompié internacional. Dos años y medio le tomó al nacido en Buenos Aires dar el salto a Italia, tras un extraordinario paso por la Eredivisie. En ese tiempo con el club neerlandés, Giménez se transformó en ídolo de la afición, ayudando a la institución a volver a la cima de los Países Bajos, y también a regresar a la Champions League, en la que también ha brillado, anotando goles de enorme importancia.

Todo esto ha sucedido tras su decisión de dejar la Liga MX, que por cierto fue cuestionada en su momento por comunicadores y expertos en futbol, que consideraban que el atacante estaba cometiendo un error al dejar a Cruz Azul justo cuando había alcanzado la titularidad, para irse, según ellos, a un club poco importante; más de uno dijo que era precipitado su adiós del futbol local, cuando en realidad era el momento justo, con poco más de 21 años de edad, no podía permitirse el lujo de dejar escapar esa oportunidad.

Él apostó a su talento, él sí confió en que la decisión era la adecuada, en que irse a Países Bajos era el paso necesario en su carrera si quería convertirse en un mejor futbolista. No le importó tener que ir a ganarse de nuevo un lugar entre los 11 titulares, estaba convencido que la oportunidad llegaría, y así sucedió; ganándose la confianza del entonces técnico del club, Arne Slot, convirtiéndose en un fijo de las alineaciones. No fue sencillo, en Europa nada está garantizado. Las altas y bajas de cualquier futbolista van a aparecer, especialmente cuando vives del gol. Si le agregamos que con la Selección las cosas han sido complicadas, que un sector de la prensa y afición han sido duros con él, entonces el proceso puede ser más duro, y el jugador puede perder fácilmente la confianza en sí mismo.

Por fortuna, se mantuvo firme, siempre confiando en su capacidad, sumando la mentalidad adecuada. Entendió que, siguiendo ese camino, mejores oportunidades estaban en el horizonte. Hoy ha cumplido parte de su sueño, creyendo en él mismo; apostando en grande. Ahora viene el siguiente capítulo, buscando triunfar en una segunda liga europea; seguramente el reto es mayor, pero Santi ya enseñó su capacidad, y tiene lo necesario para lograrlo, y demostrarle de paso a los futbolistas nacionales que, con la mentalidad adecuada, se puede llegar muy lejos.

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