Hechos

El pasado mes de marzo, Jannik Sinner dio positivo en un par de controles antidopaje, situación que fue dada a conocer tiempo después para sorpresa de muchos, que no entendían el porqué de la demora en anunciar lo sucedido con el número uno del mundo. Las suspicacias surgieron e incluso algunos tenistas como Nick Kyrgios y Dennis Shapovalov pusieron en duda la inocencia del italiano, quien no fue suspendido por la Federación Internacional de Tenis, tras un proceso que llegó a un tribunal independiente, que determinó sólo quitarle la bolsa ganada en el torneo en que dio positivo y los puntos conseguidos. El tribunal tomó las pruebas, interrogó a los involucrados y decidió que no hubo intención de Sinner de doparse, y que la cantidad encontrada en ambos exámenes era tan pequeña que no había manera de sacar una ventaja competitiva sobre sus rivales.

Pero la Agencia Mundial Antidopaje decidió intervenir. Amenazó con llevar a juicio el asunto, poniendo en duda la continuidad de la carrera del italiano, que corría el riesgo de una suspensión de dos años. Hace cuatro días nos enteramos de un acuerdo entre ambas partes, la Agencia Mundial, decidió no llevar el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo, y el tenista accedió a una suspensión de tres meses. En su comunicado acerca de la resolución, la WADA informó que encontró lo mismo que el tribunal independiente, considerando que no hubo dolo del atleta, razón por la que será suspendido tres meses, pero no por dopaje, sino por violar los protocolos antidopaje de la agencia, al considerar que el jugador carga con responsabilidad por lo hecho por su equipo de trabajo, en este caso de su masajista, quien fue el responsable de contaminar la sangre del jugador.

El anuncio, como era esperado, trajo todo tipo de reacciones, las más duras vinieron de los propios compañeros de profesión de Sinner, varios de ellos mostraron indignación y sorpresa ante la situación. Incluso, la Asociación de Jugadores encabezada por Novak Djokovic consideró que todo el proceso está viciado. El problema es que la mala información al respecto o la opinión precipitada de algunos no ha aportado nada positivo al tema. Me refiero a que la Agencia Antidopaje fue clara al señalar que no cometió dopaje, que las sustancia en la cantidad encontrada en su cuerpo no le ayudó, y que incluso la segunda muestra positiva fue de menor cantidad; aun así, no son pocos los que lo acusan de haber hecho trampa. Se ha hablado de otros casos en los que la sanción fue mucho mayor, pero no todos los casos de dopaje son iguales, y en éste se determinó que ni siquiera podría considerarse como tal, ante la poca cantidad de clostebol.

De momento nada detiene la campaña de desprestigio su contra. No pretendo ser abogado del italiano, me baso en los hechos que nos han sido dados a conocer, si la WADA y el tribunal independiente decidieron que no hay caso de dopaje, habría que darle el beneficio de la duda al italiano.