Espiral descendente

Por segundo año consecutivo, la Liga MX ha fracasado en la incipiente y poco relevante Leagues Cup, torneo poco atractivo y que ha despertado poco interés, tanto en México como en Estados Unidos. El evento todavía no llega a su fin, pero ya no queda con vida ninguno de ...

Por segundo año consecutivo, la Liga MX ha fracasado en la incipiente y poco relevante Leagues Cup, torneo poco atractivo y que ha despertado poco interés, tanto en México como en Estados Unidos. El evento todavía no llega a su fin, pero ya no queda con vida ninguno de los clubes de nuestro futbol; con las eliminaciones, el sábado de Mazatlán y del América, los 18 equipos de la liga mexicana quedaron fuera de la competencia. Claro, tomando en cuenta en qué torneo ha ocurrido, el daño es menor, pero no deja de ser una señal de algo que ha sucedido en años recientes: nuestro futbol está estancado.

El problema es que muchas personas se niegan a ver esta triste realidad. En lugar de reconocer que las constantes malas decisiones tomadas en años recientes han afectado el aspecto deportivo, veo a muchos colegas y aficionados tratando de justificar lo ocurrido. Esto no significa que la liga estadunidense ya ha superado a la Liga MX, tras lo ocurrido en la edición 2022 de la Concachampions, cuando Seattle derrotó a Pumas en la final, los clubes mexicanos han ganado las más recientes ediciones del torneo; pero las distancias se han recortado significativamente.

Lo curioso es que cuando en EU hablan de que en el torneo del área sus clubes tienen desventaja en la Concachampions por el calendario, aquí se dice que son meras justificaciones, pero ahora que nuestros equipos han tenido una mala participación, aparecen múltiples excusas: desde el hecho de que se juega exclusivamente allá el evento, que los representantes del futbol mexicano tienen menos rodaje en sus piernas que sus contrapartes norteamericanos, así como el aspecto económico para justificar los resultados, cuando el que un número importante de instituciones de nuestro torneo no tengan las finanzas para poder competir es culpa de ellos, que no han sabido cómo hacer que su negocio sea más productivo, mientras que en Estados Unidos sí lo han hecho.

La realidad es que la poca competitividad que enfrentan los clubes de la Liga MX en su mediocre torneo ha afectado de manera significativa el rendimiento, tanto a nivel colectivo como individual.

Como lo predije, quitar el ascenso y descenso ha sido un error en lo deportivo y haber dejado de competir con Sudamérica ha traído un efecto negativo, entiendo que muchos factores han tenido que ver en esa decisión, pero las consecuencias en la cancha son evidentes. No es casualidad que cuando tenía un mejor sistema de competencia y participó en los torneos organizados por Conmebol, el nivel del nuestro futbol se fue para arriba y llegó su mejor época.

No hay señales en el futuro que me hagan pensar en que algo cambiará. Si la tendencia sigue así, en una espiral descendente, tarde o temprano los estadunidenses no sólo nos dejarán atrás a nivel de selecciones, sus clubes pronto serán los mejores de la Concacaf.

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