Entre los grandes
Con el fin de la fase regular de la Liga MX llegó también el adiós de uno de los futbolistas más destacados en la historia de México: Andrés Guardado. El veterano mediocampista decidió colgar los botines, dejando un impresionante legado y cerrando una carrera que lo ...
Con el fin de la fase regular de la Liga MX llegó también el adiós de uno de los futbolistas más destacados en la historia de México: Andrés Guardado. El veterano mediocampista decidió colgar los botines, dejando un impresionante legado y cerrando una carrera que lo vio triunfar en un par de importantes ligas europeas y, de paso, siendo referente en tres clubes del Viejo Continente. Desde los primeros pasos en el balompié nacional con el Atlas, mostró un enorme talento y ningún escenario era demasiado grande para él; incluyendo su actuación durante el compromiso de la Selección Nacional ante Argentina en los octavos de final del Mundial de Alemania 2006. En ese juego enseñó por qué ya era una de las grandes promesas del futbol nacional y que contaba con todo lo necesario para emigrar a un torneo de mayor relevancia que la ahora llamada Liga MX.
En aquel compromiso ante la albiceleste, un muy joven Guardado le dio la razón a Ricardo La Volpe que, para sorpresa de muchos, decidió incluirlo en la lista final del certamen en territorio alemán. Tras lo ocurrido en la Copa del Mundo regresó al Atlas y, durante ese año, ratificó su estatus de estrella del futbol mexicano, situación que lo llevó a ser adquirido por el Deportivo de la Coruña, comenzando su aventura europea, que terminaría hasta enero de este año, cuando regresó a México con el León.
Durante esos 17 años lejos de casa se convirtió en figura del Deportivo, al que no abandonó aun cuando descendió a Segunda División, prefiriendo quedarse a ayudarlo a volver a la máxima categoría del balompié español, dejando atrás cualquier duda acerca de su compromiso con la institución gallega, por lo que, al irse, lo hizo como un ídolo de la afición coruñesa.
Tras un paso no tan destacado en el Valencia y en el Bayer Leverkusen, llegaría la oportunidad de regresar a ser un elemento fundamental a nivel de clubes, convirtiéndose en uno de los lideres del vestidor del PSV Eindhoven, ayudando al club granjero a ganar un par de títulos de la Eredivisie, así como dos Supercopas en los Países Bajos. Tras lo ocurrido ahí decidió regresar a España, saliendo por la puerta grande al igual que en La Coruña. Para cerrar su ciclo europeo con siete brillantes años en el Betis, en el que fue capitán y símbolo, ganando un lugar especial en el corazón de los aficionados béticos y siendo clave para la obtención de la Copa del Rey en 2022.
Durante todos esos logros y grandes momentos a nivel de clubes, también brilló en el Tricolor, apareciendo en cinco copas del mundo, anotando un gol, siendo capitán del seleccionado; además, disputando un total de 182 partidos con la camiseta nacional, en los que anotó en 28 ocasiones. Siempre fue un ejemplo de profesionalismo, liderazgo, rectitud y entrega dentro y fuera de la cancha, por lo que su lugar entre los más grandes futbolistas de México está garantizado. En mi opinión, es el tercer jugador de mayor relevancia de nuestro país, únicamente Hugo Sánchez y Rafa Márquez pueden presumir de una mejor carrera.
