Pan con lo mismo
Ya no debería de extrañarnos que los designadores a la hora de llevar a cabo su labor den la impresión de no tomar en consideración el rendimiento de los silbantes en cada jornada, ya que ahora para la onceava repiten a siete, entre los cuales, según mi opinión, no lo ...
Ya no debería de extrañarnos que los designadores a la hora de llevar a cabo su labor den la impresión de no tomar en consideración el rendimiento de los silbantes en cada jornada, ya que ahora para la onceava repiten a siete, entre los cuales, según mi opinión, no lo merecen.
Como es el caso de Adonai Escobedo, que en el juego América-Puebla no realizó mejor trabajo que el de Luis Enrique Santander en Atlas-Cruz Azul, donde precisamente a los Cementeros, que encaran al Pachuca, se lo dan. Partido nada fácil, ya que a Escobedo González no se le nota lo que haya aprendido al curso que asistió.
Otro que repiten es a César Arturo Ramos, que en el clásico norteño dejó mucho qué desear, sobre todo en el uso de las tarjetas, mostrando tibieza, como en aquella patada de Meza a Funes Mori a la altura de la rodilla, al minuto 22. Incluso, tuvo oportunidad de reivindicarse al 37’, si hubiera mostrado la segunda amarilla al referido universitario, que le volvió a pegar al mismo delantero rayado. Le dan Toluca-Atlas.
El tercer silbante de los siete que repiten no es acorde a aquel axioma de que el que pita bien repite, pues el conciliador y astuto Fernando Guerrero, en Pachuca-Tijuana, su calificación de faltas con las tarjetas fue de bajo nivel. Destacando aquella cuando en el minuto 12, Cardona sujeta y derriba a Bolaños, cortando avance y no amonesta. O al 13’, cuando Martínez, de Xolos, le pega a García y tampoco aparece la amarilla. Pero más de lamentar aquella de Diego Rodríguez sobre López al 59’ que merecía la roja y sólo amonesta. Culminando esa pobreza de criterio al minuto 80, cuando Nahuelpán plancha a Jorge Hernández para la segunda amarilla, que por aplicar la cláusula de la ventaja, se le olvidó. Por favor. Conducirá Santos-Necaxa. Nada fácil, eh.
Los restantes cuatro que repiten considero que lo merecen, ya que están enrachados y hay que aprovechar el buen momento por el que atraviesan: Marco Antonio Ortiz, Jorge Isaac Rojas, Diego Montaño y Eduardo Galván.
El duranguense conducirá hoy Puebla-Pumas, llegando a su quinto partido y cuarto consecutivo. Esperemos que salga con la disposición de hacer un buen desgaste físico, adicionando una buena aplicación de reglas pero, sobre todo, que no crea que es poco partido para él.
La designación plausible es la de Jorge Isaac Rojas para el clásico de mañana, Chivas-América. Debo mencionar que es el líder en designaciones en este torneo, con diez. Ojalá se sobreponga al entorno, pero más al comportamiento de los jugadores de ambos equipos y que su compañero Chacón Gutiérrez se lo dejó “calientito” por el juego de Copa del pasado miércoles.
Al tapatío Montaño Robles le tocó sacarse el tigre en la rifa con Tijuana-Monterrey. Nada fácil, pues se enfrenta el seis contra el tres de la tabla, además, tienen jugadores competitivos, pero anda bien y seguramente lo hará mejor.
Y, el último silbante que repiten es la sorpresa, ¿o revelación?, del actual torneo, Eduardo Galván, que conducirá León-Veracruz. Aparentemente, es una “papita”, pero los porteños saldrán con todo, este silbante llegaría a su octavo juego consecutivo.
Por último, señores designadores, no me hagan que dude de su autonomía, pues han decidido “parar” ya seis jornadas a Óscar Macías por aquella expulsión de Quintana en Pumas-Monterrey. ¿De veras fue tan punible esa decisión? O están cumpliendo “antojos” de personas ajenas a la Comisión o, bien, cumplen órdenes de los funcionarios federativos, pues ha habido otras decisiones más grotescas de regla que la que hizo el árbitro hidrocálido.
En fin, allá ustedes.
