Hay inconformidad

Al conocer las designaciones para la décima jornada no podemos sustraernos de comentar dos de ellas, que nos parece que están fuera de un razonamiento en cuanto al rendimiento de los silbantes. De los ocho que repiten del pasado fin de semana, no se entiende que lo hagan ...

Al conocer las designaciones para la décima jornada no podemos sustraernos de comentar dos de ellas, que nos parece que están fuera de un razonamiento en cuanto al rendimiento de los silbantes.

De los ocho que repiten del pasado fin de semana, no se entiende que lo hagan con Jorge Antonio Pérez, no obstante que en el juego Tijuana-Atlas el VAR le tenga que enmendar dos decisiones en las cuales hay error claro y manifiesto de ese silbante. Al minuto 46 no sanciona la mano dentro del área de Braghieri, pese a estar a escasos cinco metros y de frente a la jugada y, la otra, que inventa juego brusco grave de Zurita al 82’ mostrando la roja. Afortunadamente, después de acudir al monitor se retracta sancionando penal y cambiando amarilla por la roja. Pero, para los designadores lo anterior no es punible y le dan Pumas-Monarcas.

Situación diferente es la que se da con Óscar Macías, que ya lleva “parado” cinco jornadas por aquella expulsión de Quintana en Pumas-Monterrey, por lo que pudiéramos deducir que pesan más los reclamos y amenazas del presidente del equipo universitario, que el criterio y autonomía de la comisión para el castigo del silbante hidrocálido.

También paran, por segunda jornada consecutiva, Francisco Chacón, que estando de cuarto oficial en Monarcas-América no auxilió en el codazo de Bruno Valdez a Sansores (esto fue comentado en la videoconferencia del martes pasado).

La otra designación que llama la atención es la de Luis Enrique Santander para un juego competitivo, Atlas-Cruz Azul. Después de “pararlo” la jornada pasada por aquella chambonada en Toluca-Santos, en la que estando a escasos cinco metros y de frente a la jugada, no haya tomado medidas disciplinarias con Santiago García, que comete juego brusco grave y el VAR tenga que sacarlo de ese error claro y manifiesto. ¿Esto, también, es menos punible que lo de Macías Romo y Chacón Gutiérrez, señores de la comisión? En fin, allá ustedes. Es por eso que en los pasillos arbitrales se comenta la inconformidad hacia los designadores.

No todo es negativo, ya que es de aplaudirse que los citados designadores repitan a tres árbitros que están “sacando las papas del fuego” al realizar trabajos adecuados:

Jorge Isaac Rojas llega a su noveno partido en las diez jornadas. Pitará hoy Veracruz-Santos. Esperemos que no baje su nivel para no tener problemas.

El segundo que se gana su repetición es Eduardo Galván, que no ha descansado desde aquella cuarta jornada cuando condujo Querétaro-León. Nada más que ahora tendrá que subir su nivel, ya que le dieron Necaxa-Toluca. Ojalá y lo prepare adecuadamente y mantenga ese desgaste físico para estar cerca de las jugadas y muestre seguridad en sus decisiones.

El tercer silbante que también atraviesa por buen momento es el tapatío Diego Montaño. Conducirá Querétaro-Chivas. Ambos equipos son arbitrables. Considero que no tendrá problema para llevarlo a buen puerto.

Con respecto a dos juegos que tienen su grado de dificultad, el clásico norteño Monterrey-Tigres y Lobos-León, considero que son idóneos César Arturo Ramos para la ciudad regia y Marco Antonio Ortiz para la confrontación de licántropos y esmeraldas, que mostró estar recuperado en América-Necaxa, por lo que no habrá problema alguno.

Temas: