Arrancar de cero

Pareciera que Martino llegó ayer y que apenas empieza a conocer el ambiente del futbol mexicano. Como si tres años de trabajado no hubieran servido para  nada, Sus mejores futbolistas tuvieron bajones dramáticos de rendimiento y el equipo atraviesa por un momento complicado.

Los directivos de la federación saben perfectamente que forzaron la máquina de más, es inhumano jugar 24 partidos internacionales y ahora sí se pasaron. Todo eso le pegó entre muchas cosas al nivel de una selección que ya venía dando tumbos y jugaba muy mal.

Se vienen tres partidos eliminatorios para la Copa del Mundo, En Jamaica y después dos en casa a puerta cerrada pagando castigos que siguen sin darle a la fórmula para que la gente le deje de gritar al portero visitante.

Martino tiene que llamar de manera desesperada a Lainez que está perdido en España y también perdonar a Arteaga después de haber tenido ataques de ansiedad.

Hoy difícilmente sabemos cuál es el equipo mexicano titular. Lo sabíamos, pero en este momento, arrancando el año mundialista, no lo sabe ni Martino.

Y el tema es preocupante, porque, como menciono, es arrancar de cero y se suponía que después de tres años de trabajo, estaríamos en una posición mucho más clara rumbo al octagonal y poder dominar un estilo de juego que nos fuera acercando a Qatar.

Ni en las peores pesadillas de Yon de Luisa y Gerardo Torrado hubiéramos  llegado a este momento del proceso en cero. Ya no sabemos quiénes son los laterales, los centrales, los volantes ni los delanteros. Ahí por lo menos tenemos a Jiménez y Lozano, que nos sacan de un problema cuando menos lo imaginamos.

Martino ya sabía en diciembre, después del partido contra Chile, que las cosas no caminaban bien. Lo noté cansado y harto de los manejos, y es que en México somos expertos en reventar a cualquier persona que venga de buena voluntad a intentar hacer un buen trabajo.

Sin embargo, si tus jefes te dicen que hay que jugar 24 partidos en un año, es decir, un partido cada 15 días, terminas por reventar.

Hoy México no tiene ni pies ni cabeza, hoy ya no sabemos si la solución es llamar a Guardado a Edson o a Henry.

Falta terminar la eliminatoria para asegurar el boleto, faltan muchísimos partidos comerciales para ganar dinero, falta inflar el globo tricolor para vender productos y echar a andar la maquinaria y falta que los mexicanos de aquí y del otro lado de la frontera inviertan sus dólares para viajar al Mundial con el mismo sueño de siempre.

Preocupante que después de tres años con Martino tengamos que arrancar de cero.

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