Alineadores transparentes: la verdad que los ortodoncistas advierten antes de usarlos
Los alineadores no son para todos los casos dentales. La ortodoncista Andra Berrios nos explica cuándo conviene elegir brackets y por qué un mal diagnóstico puede hacerte perder tiempo y dinero

Los alineadores transparentes se han convertido en una de las tendencias más populares en tratamientos dentales. Prometen una sonrisa estética y sin metales visibles, pero su creciente popularidad también ha generado malentendidos. De acuerdo con la especialista en ortodoncia Dra. Andrea Berrios, no todos los casos son aptos para este tipo de corrección.
“La realidad clínica demuestra que los alineadores no están indicados para casos difíciles. Su uso se recomienda principalmente en casos leves, con ligeras malposiciones dentales”, explica la ortodoncista del Hospital Puerta de Hierro Andares.
Esto significa que los alineadores funcionan bien para pequeñas correcciones, pero pueden fallar en tratamientos que requieren movimientos más complejos, como extracciones, mordidas profundas, rotaciones severas o correcciones óseas.
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Brackets vs. alineadores: dos caminos diferentes
Aunque ambos tratamientos tienen el mismo objetivo —alinear los dientes y mejorar la sonrisa— su alcance y funcionamiento son distintos.
Los brackets, metálicos o estéticos, permiten realizar movimientos dentales más precisos y controlar mejor el desplazamiento. Por ello, son más efectivos en casos de mordida profunda, dientes ectópicos o alteraciones mandibulares.
Los alineadores, en cambio, ofrecen ventajas en comodidad y estética. Son removibles, lo que facilita mantener una buena higiene y permite comer sin restricciones, pero su efectividad depende de la disciplina del paciente, quien debe usarlos al menos 22 horas al día.
“He atendido numerosos casos de tratamientos fallidos con alineadores, especialmente en pacientes con problemas moderados, a quienes se les indicó esta técnica sin una correcta evaluación”, comenta la especialista. “El resultado suele ser pérdida de tiempo, dinero y la necesidad de comenzar nuevamente un tratamiento con brackets”.
Costos y combinaciones: lo que no siempre se dice
En algunos casos, los alineadores deben complementarse con microimplantes para lograr los movimientos necesarios. Este procedimiento eleva significativamente el costo total y requiere seguimiento profesional constante.
Además, el éxito del tratamiento depende no solo del diseño digital de las férulas, sino también de la evaluación ortodóntica previa. Por eso, los especialistas insisten en realizar un diagnóstico completo antes de elegir entre alineadores o brackets.
Opciones estéticas más allá de los alineadores
Para quienes buscan discreción sin comprometer resultados, existen alternativas como los brackets de porcelana o zafiro, que son transparentes y menos visibles.
También hay opciones modernas como los brackets de autoligado pasivo, que reducen la fricción y el tiempo total del tratamiento, o los sistemas Damon Clear II, que combinan estética y comodidad.
“En ortodoncia no existe un tratamiento universal”, concluye la Dra. Berrios. “Cada sonrisa requiere un diagnóstico individualizado para elegir la mejor opción según las necesidades funcionales y estéticas del paciente”.
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