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La verdadera 4T

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Una política ambiental pilar de la social. Infraestructura y presupuesto para adaptarnos al cambio climático y así contribuir a su combate. Un país de ecosistemas sanos, donde la desigualdad se reduciría también a través del uso sustentable de los recursos naturales. Éstas fueron algunas de las ideas escritas en NaturAMLO, publicado en junio de 2018, el documento en donde Andrés Manuel López Obrador resumió el trabajo que realizaría en materia ambiental en caso de ganar la Presidencia. Una arista más de esa Cuarta Transformación tan anunciada. Dos años después, ya desde Palacio Nacional, como mandatario, afirma que la iniciativa privada tendría que disculparse por la explotación de recursos antes de emitir una queja respecto a las restricciones impuestas para la inversión en el sector de energías limpias; dicho esto, mientras el gobierno federal se abraza con toda su fuerza del proyecto de refinería de Dos Bocas.

Protocolos de atención a víctimas con perspectiva de género. Autoridades que no revictimizarían a la mujer. Fin de la impunidad. Voluntad política para ello, el primer paso. Éstas fueron también propuestas de campaña de López Obrador. Las escribieron en un documento llamado Femsplaining, dedicado únicamente a asuntos de género y a la participación de las mujeres como un activo social y político, pues justo en aquellos días en que se publicó ya sabíamos que el gabinete propuesto por el entonces Presidente electo sería paritario. Dos años después, también desde Palacio Nacional, como mandatario, afirma que nueve de cada diez llamadas que recibe el 911, y donde se denuncian situaciones de violencia doméstica, son falsas. Qué en México no somos como en otros países, que aquí sí sabemos vivir en fraternidad.

López Obrador pretende, así lo ha expresado, pasar a la historia como un transformador. Desde la Revolución ningún otro momento tan contundente como éste en la historia del país, ha asegurado. Sin embargo, los anteriores son ejemplos claros de que no será así; son postales que evidencian al político que por 18 años anheló y luchó por llegar al gobierno, ha quedado fuera de esos cambios que sí ocurren, pero que no gracias a él. La pandemia terminó por sacarlo de la jugada.

Mientras él sugería salir a las calles, actuar como si nada sucediera, el mundo ya se detenía. La sociedad comenzó a entender el riesgo y optó por quedarse en casa. Mientras él y algunos de sus funcionarios aseguraban, otro ejemplo, que el uso de cubrebocas no era necesario e incluso poco efectivo, la gente en la calle comenzó a usarlo. Mientras él revelaba que el nuestro fue un país que se preparó con tiempo para la emergencia sanitaria, en los hechos, aún hay tantas dudas y discrepancias hasta en el registro de la enfermedad. Mientras nos dice que hoy se ve la luz al final del túnel, al menos el 30% de los ayuntamientos autorizados para reactivarse se resisten, pues temen que el covid-19 aún no sea un asunto domado. Mientras el gobierno federal es cuestionado en el extranjero por su manejo de la emergencia, los mexicanos se organizan para la fabricación de insumos médicos, para la asesoría y ayuda de quienes pierden su empleo y urgen por que sus derechos laborales sean respetados, como lo hace Ana Laura Magaloni a través de una plataforma en línea junto a otros expertos. Mientras en Palacio Nacional ven el presente y lo reducen sólo a una consecuencia del pasado, una gran parte de la sociedad ve el presente y lo proyecta para un mejor futuro.

Sí hay una reacción, un cambio, y éste se da a pesar de la 4T. Lo vimos con toda claridad en la coyuntura del Día Internacional de la Mujer. Mientras en Palacio Nacional hicieron oídos sordos a las manifestaciones previas y al paro nacional del 9 de marzo, a pesar de los diez feminicidios diarios; organizaciones, fundaciones, colectivos y mujeres y hombres de a pie se sumaron al debate público. López Obrador, el presidente del gabinete paritario, optó por quedarse fuera del momento. Sin embargo, eso no impidió lo que vimos en todo el país: las mujeres paramos y el mensaje llegó a sectores de la sociedad antes omisos respecto a la violencia de género e inequidad.

Sí hay transformaciones en proceso, pero ninguna de ellas gracias al Presidente, quien, al parecer, sí pasará a la historia, pero como el mandatario que se quedó fuera del ritmo de su país.

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