Logo de Excélsior                                                        

Inseguridad y competitividad

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Siete de cada diez adultos del país se sienten inseguros en la ciudad en la que viven. Nada nuevo. Todos los días acumulamos testimonios de quienes son víctimas de algún delito y, por suerte —vaya ironía—, tienen oportunidad de contarlo. Porque también, tristemente, muchos son quienes no regresan a casa, terminan simplemente como parte de una estadística. Nada nuevo. Como tampoco lo es que ocho de cada diez mujeres teman por su integridad cuando andan por la calle. Ecatepec, el municipio que últimas fechas nos ha helado la sangre con el caso del llamado monstruo, es la región más peligrosa del país. El 96.3% de sus habitantes vive con miedo, prácticamente la totalidad de la población. Los datos los revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que realiza el Inegi, y los números son evidencia de una realidad nacional que forma parte de un círculo dañino que para el país representa su presente y su futuro.

El Foro Económico Mundial reveló su Índice de Competitividad Global 4.0, en él califican varias áreas de desempeño: instituciones, estabilidad macroeconómica, salud, productos de mercado, sistema financiero, dinamismo de negocios, entre otras. Y tal como lo dice el Inegi, respecto de instituciones, México tienen muy malas evaluaciones en cuestiones de crimen organizado, tasas de homicidios, servicios policiacos e incidencia en corrupción. Tan mal que de los 140 analizados por el FEM, en esos rubros quedamos en estos lugares, respectivamente: 139, 130 y 113. No es de gratis que dos cárteles mexicanos sean de los cinco grupos más peligrosos para Estados Unidos, como lo contamos ayer.

La inseguridad es un lastre que heredará la nueva administración, pero no el único. Porque, aunque lo revelado por el Foro Económico Mundial precisa nuestras áreas de oportunidad, el aprovechamiento de éstas dependerá los próximos años de las decisiones que se tomen desde Presidencia; “La competitividad del país está fuertemente impulsada por un ambiente de estabilidad macroeconómica y un gran tamaño de su mercado. Hay otras razones para ser optimistas sobre su trayectoria de crecimiento, supera a otros países latinoamericanos en términos de dinamismo empresarial, en parte por el relativamente favorable entorno administrativo para las empresas...”, asegura el informe. México puede crecer. En las áreas que precisa el reporte, México se ubicó por encima de los primero 60 lugares. La pregunta es, por ejemplo, ¿cómo le haremos para que en cuestión de infraestructura México no retroceda? ¿Qué mensaje se está dando a los inversores extranjeros cuando uno de los proyectos más ambiciosos se decidirá en una consulta pública de incierta organización? ¿Qué certidumbre se da si al frente de dependencias como la CFE estarán personajes de dudosa reputación y experiencia en temas energéticos?

En un año, el último del sexenio, México retrocedió dos posiciones del Índice de Competitividad Global, pasó del lugar 44 al 46. Y aunque los temas de seguridad, instituciones y transparencia marcaron la pauta para este paso en reversa, lo cierto es que hoy nuestro país puede aprovechar ser parte del grupo de 50 países más competitivos del mundo. A pesar de sus lastres, las áreas de oportunidad tendrán que ser terrenos fértiles a los que haya que sembrarles certezas. Ésta es la única manera de contribuir a que nuestro país avance, no para su posicionamiento en ranks internacionales, sino para que haya herramientas que permitan mejorar aquellos otros, los grandes pendientes en materia de seguridad y transparencia. El Foro Económico Mundial evalúa áreas que impactan a la que llama Cuarta Revolución Industrial, ojalá que la Cuarta Transformación esté a la altura.

Comparte en Redes Sociales