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No, no se trata de tragar sapos

Viridiana Ríos

Viridiana Ríos

AMLO llegó al poder porque su campaña tuvo el diagnóstico correcto: la imperante necesidad de reducir la desigualdad y la pobreza. Este diagnóstico es real, necesario y acertado.

Lo que no es ni real ni necesario ni acertado es pretender que para implementar este diagnóstico se requiere que los que votaron por AMLO traguen sapos (aceptando todo tipo de nombramientos desde líderes sindicales corruptos, hasta priistas conocidos por sus traiciones a la izquierda).

Por el contrario, implementar este diagnóstico requiere que los corruptos y los priistas traguen sapos.

Me dirán que ningún cambio, jamás, se ha hecho sin tener que comprometerse un poco. Esto es cierto, para los cambios mediocres.

Si somos honestos con querer transformar radicalmente este país debemos comprender que hay cosas que son innegociables. México no puede tragarse el sapo de continuar trabajando con algunos de los de siempre si quiere hacer un cambio sin precedentes. No podemos hacerlo porque las formas de siempre nos llevarán a lo de siempre: un gobierno donde los privilegios políticos se transforman, pero no se destruyen.

Hay varios sapos que no podemos tragarnos:

El primero, y de los más críticos, es Elba Esther Gordillo. No podemos tragarnos este sapo porque no se puede reducir la desigualdad si no se mejora la calidad educativa. Es cierto que la reforma laboral-educativa dejó muchas áreas de mejora, sobre todo en las evaluaciones de maestros. Sin embargo, esto no quiere decir que la reforma no haya sido un paso en la dirección adecuada. Uno de muchos. Uno perfectible. Pero un paso, al fin y al cabo.

México requiere una reforma educativa amplia que, no sólo implemente evaluaciones para los maestros, sino que busque la libertad sindical. Es por ello que este sapo es tan intragable. Aliarse con Elba Ester Gordillo no es una alianza con los grupos progresistas dentro del sindicato de maestros, sino con los de siempre. Con los que han convertido a los maestros en una clientela política más que en un grupo de profesionales de la educación.

El segundo es la pauperización de las condiciones laborales de los funcionarios públicos. Una de las grandes conquistas de la izquierda internacional ha sido la jornada laboral de 40 horas. El que se exija a los trabajadores de gobierno que trabajen en sábado es inaceptable para un gobierno de izquierda, pero, sobre todo, inaceptable para un gobierno que requerirá de los más y mejores talentos para crear una burocracia profesional que pueda implementar programas sociales.

Si se exige a las personas que trabajen en sábado, sólo aquellos sin opción o muy jóvenes lo podrán hacer. Ello llevará a la salida inminente de mucho talento, o a su frustración.

Los programas sociales no se pueden entregar a partir de redes clientelares que le responden a un partido-estado. No se puede porque simplemente no resultan exitosos. Los programas sociales necesitan de censos objetivos para poder identificar a las personas que más requieren de la ayuda, y no sólo a las que son cercanas a las personas que los reparten.

La tercera es una alianza con el PVEM. Este partido representa todo lo que no queremos del sistema de partidos: la venta de curules, el nepotismo, y el despilfarro de recursos públicos. Esta alianza no es digna de un gobierno que abandera el cambio.

Entiendo que el cambio toma tiempo y requiere de alianzas incómodas. Sin embargo, me parece que todos debemos tener ciertos límites. Así mismo, la alianza con el PVEM le saldrá muy cara a Morena porque el PVEM no es un partido de lealtades. Constantemente le estará cobrando la factura.

Si se tragan tantos sapos llega un momento en que uno se convierte en uno. Comprometerse demasiado no lleva al cambio verdadero.

La única forma de mejorar la distribución del ingreso en este país es eliminar los privilegios de las personas que hasta hoy se han beneficiado del statu quo. Esto incluye a los líderes sindicales corruptos, y a los miembros de la partidocracia de regímenes anteriores.

Tragar sapos, no.

 

Doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard

Twitter: @Viri_Rios

 

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