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¿Los otros datos?

Viridiana Ríos

Viridiana Ríos

 

Andrés Manuel López Obrador celebra mañana el aniversario de su gobierno porque, en el fondo, lo que la 4T ve como su más importante éxito, no es el acto de gobernar, sino el acto de haber derrotado a sus enemigos electorales. ¿Qué tan ciertos son sus datos? Va un análisis.

Primero, respecto a lo económico. Hay cuatro datos que pienso que López Obrador intentará presumir: inflación controlada, aumento en salarios, moneda apreciada y crecimiento no-negativo.

Todos estos datos son ciertos y (a excepción del crecimiento) son logros importantes.

Van las pruebas: el tipo de cambio se apreció de $19.86 en julio de 2018 a $19.20 pesos por dólar, algo impensable para quienes por años argumentaron que la llegada de la izquierda supondría la debacle. El peso se recuperó incluso de errores como la cancelación del NAIM. Más aún, como ha mencionado Enrique Quintana, los primeros cinco meses de 2019 el salario promedio real ha crecido en 2.4 por ciento. ¡Lo mismo que creció durante todo el gobierno de Enrique Peña Nieto! Por su parte, el salario mínimo recuperó décadas de pérdidas de poder adquisitivo. A la par, la inflación acumulada de julio a la fecha ha sido de sólo 3.3% y expertos encuestados por Banxico esperan que la inflación cierre el año en 3.75%. Esto es dentro del rango objetivo del país y nuevamente algo impresionante, pues Banxico por muchos años argumentó (sin fundamento) que aumentar el salario mínimo crearía una espiral inflacionaria. Y sí, también puede decirse que el crecimiento de la economía no será negativo en 2019 pues se estima  que cierre el año en 1.3 por ciento.

El problema no es que estos datos sean falsos, sino que fuera de estos, no hay mucho que presumir y, sobre todo, que un crecimiento del 1.3 por ciento no es suficiente para transformar a México.

Aunque aumenten los sueldos, un crecimiento de 1.3% sólo generará 580 mil empleos nuevos en 2019. Esto es menos de la mitad de los que se necesitan para emplear a los jóvenes que ingresa a la vida productiva en México y 80 mil empleos menos que en 2018. Un impacto al desempleo viene de las medidas de López Obrador. Se estima que 30 mil trabajadores de 18 secretarías y 319 instituciones descentralizadas han perdido su trabajo debido a la austeridad. Sin empleos, no hay posibilidad de reducir la pobreza de forma sostenida.

Segundo, respecto a los avances sociales de la 4T.

Hay dos aspectos que AMLO busca enfatizar: Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida. Con estos dos programas se han dado becas a 731 mil jóvenes y se darán apoyos al cambio en 19 estados. Todos estos datos son (por lo que podemos saber) ciertos, pero aún no son logros. 

Enfatizo: ambos programas atienden aspectos necesarios y son buenas ideas. Los modelos de aprendizaje laboral, como esperaría ser Jóvenes Construyendo el Futuro, han probado ser efectivos internacionalmente para lograr incluir a los jóvenes en trabajos. Hay evidencia también de que apoyar la agricultura de árboles frutícolas y maderables es efectivo porque aumenta el valor agregado de la producción.

Sin embargo, el problema es que la 4T no está logrando implementar estos programas de forma que puedan dar resultados. Por el contrario, se nos trata de vender como un logro lo que es todavía sólo un intento y no el objetivo final.

En Jóvenes Construyendo el Futuro las “capacitaciones” que se están dando a los jóvenes no son efectivas. En ocasiones, se les pone a trabajar en negocios informales y rurales, lo que implica que estén haciendo labores que casi no generan aprendizajes. Por el contrario, podrían estar creando incentivos a permanecer en la informalidad. Peor aún, ciertas empresas formales se están aprovechando para obtener trabajadores casi gratis. Además, no hay claridad sobre cómo se está escogiendo a los beneficiarios. 

Por su parte, Sembrando Vida, aunque me parece el programa más interesante de toda la plataforma da AMLO, se está implementando con prisas y sin estrategia. Existe evidencia de que durante los trabajos de deslinde y preparación para sembrar árboles, se han talado, tumbado y quemado árboles preexistentes. Esto es ambientalmente inaceptable y contraproducente. Tampoco hay claridad respecto a los beneficiarios.

Así, la 4T es un gobierno de buenas ideas y que genera mucha esperanza, pero es un gobierno que, de no aprender a implementar sus ideas, fracasará en entregar resultados.

 

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