Instrucciones ciegas
Como consecuencia de instrucciones de austeridad erróneamente dadas, la limitante para investigadores a viajar está siendo interpretada, no sólo como una prohibición presupuestal, sino como una prohibición a la movilidad absoluta.
Andrés Manuel López Obrador está girando instrucciones para reducir gastos y viajes. La intención es reducir lujos en el gobierno. Sin embargo, la poca claridad con la que se están girando las instrucciones está ocasionando que su implementación atente contra la igualdad y la libertad de tránsito. Urge recapacitar.
La Ley de Austeridad Republicana busca limitar excesos en los salarios y viajes de funcionarios de gobierno. Las medidas son bastante duras y han sido endurecidas aún más por medio instrucciones presidenciales directas. Por ejemplo, López Obrador ha informado que sólo se permitirá viajar al extranjero a los funcionarios que tengan su autorización directa y ha limitado complementos al salario y/o bonos.
El espíritu de las medidas de austeridad es reducir los lujos.
Sin embargo, debido a que las instrucciones de austeridad están siendo giradas de forma burda y sin parámetros claros, éstas están siendo interpretadas en formas que atentan contra los valores que el gobierno de López Obrador detenta.
Quizá los ejemplos más claros de esto se encuentran en la forma en la que la austeridad está afectando a la academia mexicana y a los centros de investigación.
Hay dos ejemplos claros:
Primero, la eliminación de los complementos al sueldo. El sueldo del personal de apoyo, maestros e investigadores de los Centros de Investigación públicos se había mantenido congelado, en algunos casos, por décadas. Esto había creado una necesidad de completar el sueldo de los académicos y empleados con bonos.
Las medidas de austeridad de este gobierno han eliminado los bonos y completos al salario a rajatabla. Esto ha afectado el sueldo de maestros y administrativos. Es decir, empleados públicos que tenían que complementar un sueldo bastante bajo. Como resultado de estas instrucciones de austeridad mal giradas, todos los trabajadores de gobierno, no sólo los más ricos, han sido afectados. Los trabajadores de la limpieza, secretarias y otros puestos están teniendo que aguantarse porque no hay empleo en otro lado.
Más aún, estas medidas atentan directamente contra la igualdad. No sólo porque afectan a todos los trabajadores, independientemente de su nivel de ingreso, sino porque es en los y centros de investigación públicos donde se educa a los jóvenes de bajos ingresos.
El Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), por ejemplo, es reconocido por entrenar a jóvenes del interior de la república y ayudarlos a convertirse en profesionistas de altísimo nivel. Muchos de estos jóvenes al graduarse logran obtener empleos que nunca hubieran siquiera soñado de no haber sido por el impulso de los recursos públicos del CIDE. Como resultado de las medidas de austeridad, algunos académicos están yéndose a trabajar a escuelas privadas. Así, de continuarse con estas medidas, el CIDE, una de las pocas instituciones que crea movilidad social en México, quedará severamente afectada.
Un segundo ejemplo de los efectos perversos de la falta de claridad en las instrucciones de austeridad son los viajes. Realizar investigación y ciencia de alto nivel requiere viajar al extranjero a presentar resultados y obtener retroalimentación de otros científicos. Esto es así porque la ciencia es una actividad universal donde los conocimientos de ciertas partes del mundo ayudan a complementar los proyectos que se desarrollan en otras latitudes.
Las medidas de austeridad de este gobierno han eliminado los viajes a rajatabla, afectando a académicos y científicos que ahora no podrán hacer su trabajo. Esto se debe a que, como resultado de instrucciones de austeridad mal giradas, la limitante a viajar está siendo interpretada, no sólo como una prohibición presupuestal, sino también como una prohibición a la movilidad absoluta. Es decir, se está impidiendo que los científicos salgan del país incluso si es con sus propios recursos.
Las medidas deben ser reconsideradas. La prohibición a los viajes se está convirtiendo en una medida de control, más que como una medida para limitar gastos. Esto terminará afectando la calidad de la ciencia y haciendo que México tenga aún menor capacidad para desarrollar tecnologías propias. En el caso de los científicos, viajar no es un lujo, sino una necesidad para hacer ciencia
de alto nivel.
