La seudomanía

De acuerdo con la Real Academia Española, pseudo o seudo significa falso, así de simple. En México, sin embargo, tiene otro significado: “dícese del prefijo con la que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno desacredita a sus detractores, cuando no tiene argumentos técnicos para rebatirlos”.

Y es que el gobierno del tabasqueño tiene seudomanía. El 23 de marzo después de que diversos famosos lanzaron la campaña SálvameDelTren, alertando sobre los daños medioambientales que está generando la construcción del Tren Maya, el Presidente señaló: “Ahora es el Tren Maya, convencen o contratan a artistas, a seudoambientalistas, supuestamente preocupados por la defensa del medio ambiente y empiezan una campaña en contra”.

Incluso el viernes, en un comunicado que la Semarnat publicó y que seguramente dictó el mandatario, porque su estilo de rabia contenida, frases hirientes y despechadas es inconfundible, se señala: “¿Dónde estaban los seudoambientalistas cuando hace años empezó la verdadera devastación del sureste de México?”. En este boletín describen situaciones graves que en 30 años afectaron la riqueza natural de la región, algo que puede interpretarse como: en resumidas cuentas, el PRI robó más. Si, en efecto, los daños generados en la zona son altísimos, ¿por qué en lugar de dañarlos más, no apuestan por su rescate?

Esos ambientalistas que no le gustan al gobierno actual como CEMDA, Greenpeace o muchos colectivos locales fueron quienes se movilizaron para frenar definitivamente las obras del muelle de Tajamar en Quintana Roo que afectaba los manglares de la zona o la construcción del megacentro comercial Dragon Mart en Cancún, o el proyecto turístico que afectaría Cabo Pulmo en Baja California Sur o la explotación minera en la Sierra de Puebla que afectaría al pueblo maseual. Todo en sexenios anteriores.

Pero de eso no habla el gobierno federal porque, para éste, casi-casi se formaron este sexenio sólo para afectar las obras emblemáticas del tabasqueño. Lo que sucede es que si alguien no está a favor de las declaraciones, obras, programas, decisiones o caprichos del Ejecutivo se convierte automáticamente en falso, neoliberal o conservador. Así ha calificado a las feministas, a los medios y a los científicos.

Pero si nos vamos de pseudos a seudos, ¿no son seudoperiodistas quienes surgieron de la nada y que se presentan en las mañaneras para leer las preguntas que previamente les compartieron, que sirven para desviar la atención, ponerle al Presidente el balón para que meta el gol, lo alaben o le besen el camino por el que pasa?

¿No son seudolegisladores los diputados y senadores de Morena que en lugar de proteger los intereses del país hacen todo para torcer la ley?, ¿no son esudopolíticos los integrantes del PVEM que se venden al mejor postor o aquéllos como el PT que viven del erario público, a pesar que en varias ocasiones han estado a punto de desaparecer como partido, pero que ha sido salvado porque le sirve al actual gobierno?

¿No son seudofuncionarios o seudoservidores públicos quienes llegan a ocupar un cargo no por capacidad ni experiencia, sino porque son leales al Presidente?, ¿no son seudohonestos a quienes se les ha demostrado en varias ocasiones que cojean del mismo pie que los gobiernos anteriores?

¿No es seudo el gobierno que juró defender la Constitución para luego aprovechar cualquier oportunidad para violentarla? ¿Quien debe gobernar para todos y, sin embargo, durante tres años se ha dedicado a dividir al país de una manera maniquea?

Las seudomanía seguirá por lo menos 3 años más, porque de falsos, embusteros y supuestos está lleno el reino de la 4T.