Histórico: mujeres frente al Poder Legislativo

Desde 1997 en que el PRI perdió su hegemonía en la Cámara de Diputados no ha habido ningún grupo parlamentario que tenga mayoría absoluta (más de 250 diputados) por sí solo. Si bien es cierto que Morena tiene una mayoría calificada con sus aliados, por sí solo llegó a la sexagésima cuarta legislatura con 246 legisladores (aunque ahora ya sumó a otros 13).

A partir de la reforma del 13 de diciembre del 2006, la ley Orgánica del Congreso General establece en su fracción 7, del artículo 17, del capítulo segundo que, para el segundo y tercer año de la legislatura, la presidencia de la Mesa Directiva recae en orden decreciente en un integrante de los dos grupos parlamentarios con mayor número de diputados. Además, se establece que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) la preside un integrante de un grupo parlamentario diferente del que haya emanado al que preside la Mesa Directiva.

Esa reforma fue parte de un paquete de acuerdos que se generaron en la Cámara de Diputados para mantener la gobernabilidad interna después del proceso presidencial de julio del 2006. En esa legislatura, la fracción del PAN (que era el partido del presidente Felipe Calderón) estaba conformada por 41.2% de diputados (206); PRD por un 25% (125) y el PRI con 21.2% (106). También recordemos que, en ese periodo, el Poder Legislativo se convirtió en el espacio de acuerdos de los partidos políticos para reformar la Constitución y las leyes secundarias que garantizarían mayor igualdad y transparencia en las competencias electorales después de las manifestaciones de inconformidad del hoy Presidente de la República y los partidos que lo apoyaron en esa elección (PRD, PT y MC).

Desde ese entonces, se hizo costumbre que los tres principales grupos parlamentarios se turnaran la presidencia de la Mesa Directiva en las dos Cámaras sin importar el porcentaje que ostentara cada uno y, además, se hiciera de tal forma que, si una fracción presidía la Mesa Directiva, entonces otro lo hacía en la Jucopo. Pero cuando iniciaron los trabajos de la actual legislatura, se comenzó a transgredir la norma toda vez que, las dos presidencias (la Jucopo y la Mesa Directiva), en las dos cámaras, recayeron en un solo partido político: Morena.

En ese contexto, la semana pasada fue noticia que la Mesa Directiva del Senado ya no sería presidida por el senador Martí Batres Guadarrama, sino por la senadora de la misma fracción parlamentaria, Mónica Fernández Balboa. El senador Batres se inconformó con el proceso argumentando que en la decisión del grupo participaron integrantes de otras bancadas, especialmente de Encuentro Social. Parecían justos los reclamos del senador, pero el número de votos emitidos y el resultado tampoco indicaban que la decisión sería diferente: 22 lo apoyaron, 33 estuvieron a favor de la renovación y solamente dos se abstuvieron.

Recordemos que el Senado se encuentra integrado por 59 senadores de Morena, 24 del PAN, 14 del PRI, 8 de Movimiento Ciudadano, 6 del PT, 6 del PVEM, 5 del PRD, 5 del PES y uno de SP, y que a diferencia de la Cámara de Diputados, el presidente es electo para un año y puede ser ratificado para el siguiente periodo. En ese contexto, el senador Batres pretendía reelegirse y recurrió a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena (CNHJ). Aun cuando dicha comisión emitió un resolutivo para que se repusiera el proceso, la Sala Superior del Tribunal Electoral resolvió que la CNHJ no tiene facultades para emitir tal resolución y la desechó. Hoy, la senadora Mónica Fernández presidirá los trabajos legislativos del Senado, luego de 22 años en que no era electa presidenta una mujer para tal cargo (la última fue María de los Ángeles Moreno).

Por otra parte, esta semana, nos ha ocupado la noticia de que en la Cámara de Diputados se quería cambiar la norma para reelegir al presidente que encabezó los trabajos en el primer año, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien ante las descalificaciones de los opositores a Morena, decidió renunciar a esa aspiración. Ayer, luego de varias horas de discusión, la diputada Laura Rojas, propuesta por la fracción del PAN para presidir el segundo año legislativo, fue elegida como nueva presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. La propuesta fue avalada con 349 votos a favor, 42 en contra y 37 abstenciones. Con esta elección, por primera vez en la historia, el Poder Legislativo estaría presidido por dos mujeres. En hora buena por el año de la paridad y por la agenda de género.