Avances del Diálogo Económico de Alto Nivel México-EU

La relación económica entre México y Estados Unidos se caracteriza por su interdependencia. En septiembre del año pasado, el secretario Marcelo Ebrard encabezó la delegación mexicana en Washington, D.C., para relanzar el Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y EU (DEAN). Al canciller se sumaron la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, y el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, cuyas dependencias también son copresidentas del DEAN.

Encabezada del lado estadunidense por la vicepresidenta Kamala Harris, la reunión se llevó a cabo en la Casa Blanca. Además, contó con la presencia de los titulares de las áreas copresidentes: Antony Blinken, del Departamento de Estado; Gina Raimondo, del Departamento de Comercio, y Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos. Entonces acordamos una ruta de trabajo que incluye una revisión posterior a los seis meses para evaluar los avances de los más de diez acuerdos del DEAN.

Este lunes, el subsecretario Yorio, la subsecretaria De la Mora, el embajador Moctezuma y un servidor nos reunimos virtualmente con nuestras contrapartes de EU para analizar el progreso en cada uno de los cuatro pilares del Diálogo: frontera y cadenas de suministro; cooperación internacional para el desarrollo; nuevas tecnologías, y fortalecimiento de la fuerza laboral. Los objetivos centrales son la promoción del crecimiento económico regional, la creación de empleos, la inversión en la gente y la reducción de la pobreza en todas sus formas y dimensiones. Destacaría particularmente una visión común que busca ser más inclusiva, a fin de que la redistribución de los beneficios del comercio binacional sea más amplia y llegue a estratos socioeconómicos más remotos y necesitados.

El diálogo con nuestras contrapartes estadunidenses en materia económica es fluido y efectivo. Por ejemplo, el grupo bilateral sobre cadenas de suministro ha avanzado en los sectores de semiconductores y tecnologías de la información y comunicación (TIC). Además, trabajamos en una ambiciosa cartera de proyectos en nuestra frontera común. Nuestras agencias de cooperación continúan con la implementación conjunta de Sembrando Oportunidades en Centroamérica y, próximamente, anunciaremos una serie de eventos con empresarios y empresarias de ambos países con el objetivo de promover las inversiones en el sur de México. Destacan también avances en materia educativa, para que las becas otorgadas por ambos gobiernos sean más incluyentes. Por otro lado, avanzamos en una ruta que nos blinde como región ante ciberataques, los cuales representan importantes costos para ambas economías.

En el marco del DEAN hemos tomado en cuenta las lecciones aprendidas durante la pandemia. Las y los distintos actores involucrados analizamos la definición de sectores económicos que deben tener una especial atención ante una futura crisis. Asimismo, nuestra agencia sanitaria, la Cofepris, firmó una carta de intención con la agencia de desarrollo estadunidense para agilizar la distribución de equipo médico crítico en tiempos adversos, a partir de la homologación de regulaciones.

Al final de la reunión coincidimos en que el intercambio de opiniones con las partes interesadas, como el sector privado, la academia y organización civil, debe fortalecerse. La pluralidad de sus voces debe ser tomada en cuenta, tanto en el diseño como en la implementación de actuales y futuros proyectos. Por poner un ejemplo, en estos acercamientos se constató que México tiene capacidad no sólo para atraer cadenas de suministro en sectores clave, como el de semiconductores, sino también para ampliar nuestra ya importante presencia en las manufacturas de alta tecnología. De este modo, avanzamos en la ruta del DEAN con miras a la siguiente reunión a nivel ministerial que se llevará a cabo en nuestro país hacia el final del 2022.

                *Abogado y maestro en políticas públicas.
                Jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE