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Unión de países latinoamericanos; transformando el nuevo orden

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Existen más de dos docenas de organizaciones regionales y hemisféricas en Latinoamérica y el Caribe, algunas creadas desde mediados de la década de los sesenta y las más recientes hace un par de años, entre las más importantes destacan el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), la Asociación de Estados del Caribe (AEC), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico (AP), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad del Caribe (Caricom). México forma parte de algunas de ellas, sus características genéricas integran cooperación internacional en materia de comercio, justicia, medio ambiente, seguridad, educación, cultura, entre otras.

Por supuesto, también existen las organizaciones hemisféricas institucionales dependientes de la ONU, como la Organización de los Estados Americanos (OEA), misma que en 1948 fue creada por 21 naciones (hoy 35), suscribiendo la Carta de la Organización de los Estados Americanos. Asumiendo, en principio, el respeto a la soberanía de cada uno de los países miembros.

Se destaca que la organización tiene que propiciar que todos los países se unan para establecer la paz, seguridad, democracia, derechos humanos y el desarrollo social y económico de todos los integrantes.

La OEA ha participado en alianza con el gobierno de Estados Unidos en los conflictos internacionales (Guerra Fría, las Malvinas, Canal de Panamá, Cuba, etcétera), primordialmente cuando los gobiernos miembros han sido gobernados por la derecha.

La presencia de Luis Almagro como secretario general de la OEA desentona por su conducta incongruente con las banderas que hoy mayoritariamente se ondean en Latinoamérica y el Caribe. Ha propiciado desencuentros graves sobre la soberanía de pueblos como Cuba, Venezuela, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, entre otros.

La propuesta hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el marco del aniversario del natalicio de Simón Bolívar en México, recrea la idea bolivariana de una América Latina sin fronteras; donde la historia, los territorios, la cultura, los idiomas, sean motivo de hermanarnos todavía más en una organización de Unión Latinoamericana, donde se explore la posibilidad de sumar esfuerzos internacionales para crear un gran bloque político, social y económico frente a las enormes potencias del mundo.

No sólo resulta muy interesante, sino una respuesta hemisférica a las realidades que hoy viven los pueblos latinoamericanos y caribeños, más allá de coyunturas e intereses políticos que se diseñan en Norteamérica; hay que darle la importancia que representan nuestras naciones hermanas, sus migrantes radicados en el país vecino del norte y lo que esto significaría para el continente entero en sinergia. México impulsa la transformación de Latinoamérica y del Caribe.

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