Logo de Excélsior                                                        

Lo que el pueblo mande

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Desde hace más de un siglo, los movimientos emancipadores y revolucionarios a lo largo de todo el mundo han hecho suya la consigna de “todo el poder para el pueblo” en sus distintas formas. La Cuarta Transformación no ha sido una excepción, en decenas de ocasiones hemos visto al presidente López Obrador enarbolar esta consigna bajo la expresión “el pueblo pone, el pueblo quita”, que da sentido a su manera de entender el ejercicio del poder político como representación de la voluntad popular.

El movimiento político del Presidente, cristalizado parcialmente en partido político, Morena, materializó esta consigna en la elección de su dirigencia, lo que resultó en un proceso legítimo y con escasas rupturas, de fácil y rápida integración orgánica. En cualquier otro proceso en el que las cúpulas partidarias hubieran encontrado un arreglo, hubieran sido mucho mayores las fricciones y los descontentos con la decisión, y ésta representaría a muchas menos personas.

Ahora, Morena tiene el reto de llevar a la práctica esta consigna en la elección de precandidatos a la gubernatura del 21. Ya se han decidido algunas y algunos de ellos, que, en la mayoría de los casos, han suscitado amplios consensos, pero faltan algunos estados con mayor complejidad.

Y es que a nadie se le escapa la evidencia de que existen tentaciones externas e internas para que una parte de los candidatos y candidatas no emanen de encuestas derivadas del mandato popular, sin embargo, Morena, como proyecto nacional y popular, tiene la obligación de devolverle este ejercicio de toma de decisión al pueblo, en el que reside su fuerza y su legitimidad.

No hay grupo político, personaje público o decisión colegiada cuya voz valga más que la de los ciudadanos que viven en el estado que el futuro precandidato pretende representar. Son sus vecinos, conocen su trayectoria, lo acompañaron durante décadas o vieron, en el peor de los casos, cómo se desentendía de las necesidades de la gente. Es en nuestro pueblo donde está la decisión correcta de quién debe llevar la 4T a los estados, es en las comunidades, es en los campesinos y campesinas, es en la gente que madruga para trabajar y que espera con ansias una transformación social para su tierra.

No es momento de traicionar la confianza y la legitimidad social que nuestro pueblo tiene en que Morena puede hacer las cosas de manera diferente al resto de partidos.

Comparte en Redes Sociales