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Feliz, feliz, feliz Navidad 4T

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

El reinicio de un país —el cual viene con un cambio de régimen— es una forma de eclipsar una tendencia conservadora que está terminando de extinguirse.

La estrategia de denostación comenzó desde el triunfo de la 4T, con un plan evidentemente identificable, en éste se encuentran, como competidoras de nado sincronizado, algunos actores políticos y medios de comunicación adversarios. Una de las aristas —entre varias— con intenciones desestabilizadoras —que han resultado infructuosas— es dirigir enormes granjas de bots; las cuales no han sido suficientes para siquiera empañar un poco la contundente ola (con medición de tsunami) que significa la 4T.

Sin lugar a dudas, México es un factor que ha cambiado la geopolítica internacional con las diversas decisiones gubernamentales y acciones ejecutivas que han salido del discurso para materializarse en hechos tangibles como: la estrategia migratoria interinstitucional, la creciente y estrecha relación con Estados Unidos; la ratificación de la tradición de un país de refugio; las valientes reformas constitucionales, que son dignas de admiración mundial; la absoluta gobernabilidad que se percibe a nivel nacional —con tendencia a incrementarse—; el  control de la macroeconomía y los beneficios a los grupos más marginados y estigmatizados, entre otras.

No hay materia ni estrategia que no haya tenido un cambio admirable, esto a través de un cimbrado de largo aliento. El conjunto de transformaciones que estamos viviendo es, obviamente, la causa por la que algunos adversarios —comúnmente conocidos como— “moralmente derrotados” parece que corren en arenas movedizas, y cada día se hunden más.

El tema de los nexos gubernamentales (del más alto nivel) que vinculan a las anteriores administraciones con el cártel del narcotráfico más peligroso del mundo, no los hace encubridores, sino plenamente colaboradores. Ahí está la constancia de la herencia maldita que vivimos todos los mexicanos.

Sin embargo, a un día de celebrar la Navidad tenemos mucho por estar más felices que irritables. Es de agradecer que tenemos un gobierno digno, valiente y absolutamente legítimo. Andrés Manuel López Obrador es el mejor político que ha dado el país en los últimos 50 años. El triunfo de la 4T es imparable. Lo apoyan los sectores empresariales, industriales, sociales y académicos de todo el país; a esta era de bonanza política se le suman cada vez más personas.

En el pasado, en muchos hogares, llegar a estas fechas resultaba lastimoso por no tener nada de qué alegrarse; hoy esto cambió. La distribución de la riqueza llega a más lugares; el desarrollo es palpable. Se respira alegría y bienestar en la mayoría de los hogares mexicanos. Cada vez será mayor una feliz, feliz, feliz Navidad.

 

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