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Delirio de persecución

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

México se ha caracterizado por mantener una tradición que data de 1853, la apertura frente a los que requieran protección, sobre todo cuando son perseguidos políticos; nuestra historia tiene una larga trayectoria de asilados y refugiados internacionales.

El último notable asilado político fue el expresidente de Bolivia, Evo Morales, tras el golpe de Estado sufrido en su país. Otros beneficiarios históricos de esta política exterior han sido:

Giuseppe Peppino Garibaldi, José Martí, León Trotsky, León Felipe, Luis Buñuel, Mohamed Reza Pahlevi, El sha de Irán, Rigoberta Menchú, entre miles más que han sido acogidos por nuestro país por motivos humanitarios y de persecución política.

En prácticamente todo el mundo existe la figura contemplada por el derecho internacional y los derechos humanos relacionada con el asilo, misma que varía según la naturaleza del solicitante, pero generalmente se otorga cuando existen, al menos, las siguientes circunstancias persecutorias: por motivo de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o la ideología u opinión política; sobre todo por parte de gobiernos autoritarios, represores o extremistas.

Si Ricardo Anaya requiere una solicitud de asilo político en Estados Unidos, por ya encontrarse hace años en Atlanta y creer que cuenta con los elementos citados arriba, debe realizar el trámite ante el Department of Homeland Security (Departamento de Seguridad Nacional), particularmente ante la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración. Sin embargo, hay un filtro importante que deben cubrir los requirentes. Controles obligatorios de antecedentes y seguridad: huellas dactilares, datos biográficos y biométricos ante el FBI y agencias policiales. Esto es meramente informativo y de simplificación administrativa.

En su video difundido en redes sociales señala que se considera un perseguido político por estar sujeto a una indagatoria penal. Esto requiere una reflexión. La Fiscalía General de la República es autónoma, tiene la facultad y obligación de cuestionar a toda persona que se encuentre señalada en una carpeta de investigación, sobre todo cuando existen elementos sustanciales para determinar su situación jurídica. Los investigados tienen el derecho constitucional de defensa legal. Ricardo Anaya es abogado, perito en la materia, debería saber eso.

Querer llamar la atención y creerse un perseguido lo lleva más a un supuesto de una alteración de sus capacidades mentales; las personas con delirio de persecución llegan a ese extremo cuando tienen interpretaciones falsas o distorsionadas de situaciones externas que ocurren en su entorno. En términos siquiátricos, este trastorno es conocido como esquizofrenia paranoica: “la persona se siente extremadamente sospechosa, perseguida o con sentimientos de grandiosidad o siente una combinación de estas emociones. O quizá también tenga ésta: esquizofrenia desorganizada. “La persona es frecuentemente incoherente en el hablar y en el pensar”. Varios de sus pares coinciden con estos diagnósticos, podrían acudir a un profesional en grupo.

Una cosa es ser un prócer por la democracia o luchador social como los asilados en México y en el mundo y otra ser candidato a ficha roja de la Interpol.

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