Tensiones cerca de Venezuela
El Cártel de los Soles se ha vuelto un objetivo o un blanco militar.Las tensiones en el Caribe han venido subiendo su tono semana con semana. Estados Unidos presume su fuerza naval, su fuerza militar y su fuerza al hablar. Es tiempo de declarar, de presumir, de amenazar ...
- El Cártel de los Soles se ha vuelto un objetivo o un blanco militar.
Las tensiones en el Caribe han venido subiendo su tono semana con semana. Estados Unidos presume su fuerza naval, su fuerza militar y su fuerza al hablar. Es tiempo de declarar, de presumir, de amenazar y de hablar. Se les da muy bien al presidente cuadragésimo séptimo de la nación vecina y a todos los funcionarios de su administración.
No se esconde el poderío ni los objetivos que se ha marcado el nuevo gobierno de Estados Unidos, especialmente al declarar a cárteles latinoamericanos como organizaciones terroristas extranjeras.
Sea como hegemonía, sea como intimidación o sea para realmente debilitar al narcotráfico latinoamericano, Estados Unidos ha decidido dar un paso adelante en algo que sólo se pensaba para grupos terroristas de Oriente Medio o países que estaban influenciados por una vertiente de lo que es catalogado como terrorismo.
Al dar un paso adelante, hemos sido testigos de cómo se están utilizando la inteligencia, el espionaje y todos los recursos militares para hacerle saber a los cárteles y a los gobiernos que están siendo observados. Drones, aviones espía, aviones militares, buques, barcos y flotas navales, son usados para recabar información precisa. Estados Unidos lo hace en sus caras. No lo oculta. Sabe que su arsenal aparece en los radares y en las noticias. Quiere que sepan que está ahí. Sabe más de lo que ellos creen que sabe.
Se dan detenciones importantes e históricas. Se empieza a soltar la sopa. Poco a poco se va armando un rompecabezas que apunta a muchos lados, pero realmente, el trazo lleva a dos países: México y Venezuela.
Ante esto, vaya que llama la atención lo que sucede últimamente en el Caribe. La decisión que tomó Donald Trump no es un juego. Venezuela se ha vuelto una prioridad. El Cártel de los Soles se ha vuelto un objetivo o un blanco militar. La cabeza de Nicolas Maduro cuesta 50 millones de dólares. La de su mano derecha, Diosdado Cabello, cuesta 25 millones de dólares. Las recompensas son altas. Las motivaciones son grandes.
Todos los escenarios son posibles en Washington. Se puede dar una probadita, una demonstración de fuerza, un susto, un mensaje o lo que muchos esperan que suceda.
Ya se está viendo poco a poco.
El enviar un submarino nuclear, buques anfibios, barcos, navíos, personal militar que rebasa los cuatro mil efectivos y usar aviones espía, vaya que está causando miedo y asombro en el régimen chavista. Esto, usted lo ha podido apreciar con las últimas decisiones que ha tomado Maduro y su cúpula militar en la actual semana.
El panorama luce complejo, pero sinceramente, no creo que por el momento se pueda dar una invasión. Es más difícil de lo que muchos piensan. Tengo la impresión de que las acciones estadunidenses pudieran, hasta ahora, ser más un mensaje, que un ataque preciso o un bombardeo.
Esto, por supuesto, no lo catalogo como un blofeo, pero hablar de una invasión requiere más de lo que estamos observando por el momento. Venezuela no es Panamá. Maduro no es Noriega. No es 1989. Venezuela es mucho más grande que Panamá en territorio, recursos y servicios militares. Una invasión en Venezuela requeriría más días de como lo fue con Panamá en diciembre de 1989.
El escenario es parecido si nos fijamos en cómo se dan los acontecimientos para la invasión estadunidense en Panamá, pero, de cualquier manera, dudo que Trump quiera en estos momentos asemejar lo que en su momento llevó a cabo George H.W. Bush.
NOTA DIPLOMÁTICA
Rusia no quiere llegar a la paz. Lo deja claro.
