¿Se tiene que ir Dina Boluarte?
El panorama actual en Perú no luce para nada mejor y no se ve otra cosa más que un retroceso.Pedro Castillo llegó a ser la principal problemática que tenía Perú todavía hasta antes de que terminara 2022. Ahora, Castillo llega a ser un problema secundario o ...
- El panorama actual en Perú no luce para nada mejor y no se ve otra cosa más que un retroceso.
Pedro Castillo llegó a ser la principal problemática que tenía Perú todavía hasta antes de que terminara 2022. Ahora, Castillo llega a ser un problema secundario o simplemente un tema pendiente más en la lista de la justicia andina que tiene a políticos o exmandatarios en graves aprietos desde hace años.
Recluido al oriente de Lima en la misma cárcel donde se encuentra el expresidente Alberto Fujimori y con una prisión preventiva de 18 meses, poco puede hacer para tratar de sublevarse o volver a la presidencia. Castillo es un expresidente más que se suma a las filas de los mandatarios destituidos o que decidieron dimitir en los últimos seis años dejando un futuro político completamente incierto en Perú.
Ante esto, parecía que al destituir al personaje del sombrero de paja y originario de Cajamarca se enfriarían los problemas políticos del país sudamericano, pero si uno sigue con precisión el día a día de lo que sucede en Perú, entonces todo se hunde de manera preliminar al estar entrando este nuevo año.
Dina Boluarte era la sucesora en fila, pues así lo marca la constitución andina siendo ella la vicepresidenta de la nación. Las perspectivas de Boluarte nunca fueron grandes en sí. Eso hay que dejarlo muy en claro. Pero todo se inclinaba a que ella traería algo de esperanza para poder buscar el consenso de adelantar las elecciones presidenciales y frenar la grave crisis política en la que se encuentra Perú. Lamentablemente, creo que todo ha sido en vano hasta el día de hoy.
Desde que Boluarte comenzó su gestión al quedar destituido su exjefe, le llovieron protestas en distintas partes del país, las cuales han tenido un tinte político muy llamativo y que se originan desde el sur de Perú.
Sí, el sur es un bastión importante para la izquierda nacional y es de donde los sindicatos o grupos sindicalistas han fomentado más el desorden, las manifestaciones y los principales dolores de cabeza al gobierno de Boluarte.
La situación actual no pinta para nada mejor y no se ve otra cosa más que un retroceso al estar llegando febrero y los tres primeros meses de este año.
Me parece que Dina Boluarte no ha sido contundente en parar el descontrol que se tiene en el sur. Si bien la violencia ya lleva más de 50 fallecidos en todo el país, me atrevo a decir que las protestas y las redes sociales sirven de mucho pretexto para generar más caos y debilitar todavía más lo que sucede en el país. Cualquier orden o presión de la policía, la izquierda lo utiliza para agudizar más la situación.
Asimismo, no ha sido capaz de persuadir al Congreso para tratar de adelantar las elecciones presidenciales. Lleva al menos cuatro intentos y todos han sido rechazados en lo general. El mismo Poder Legislativo le está tratando de tender la cama de una manera donde no tiene escapatoria alguna más que renunciar o quedarse en el poder hasta 2026 como lo marca la ley. Sinceramente, yo dudo que termine su mandato.
El tiempo corre y el Ejecutivo trata de presentar proyectos de ley para que se anticipen las elecciones, pero el mismo Legislativo ha frenado cualquier intento de adelanto.
Al final, no veo cómo Boluarte pueda seguir si no existen garantías para que se adelanten los comicios. Se tendría que ir aunque ella decida no renunciar. No le sirve de nada al país, sinceramente.
El Congreso tiene la última palabra en todo esto. El sur seguirá ardiendo y Lima podría encenderse de nuevo si no hay una resolución pronta.
¿Se tiene que ir Dina Boluarte?
