Rusia y su Día de la Victoria
El 9 de mayo está más cerca que nunca. Para algunos, el día no puede tardar más, pero para otros, es un día complicado que sería mejor que llegara un poco después o mejor que no estuviera marcado en el calendario de 2023. Este año, el Día de la Victoria me parece ...
El 9 de mayo está más cerca que nunca. Para algunos, el día no puede tardar más, pero para otros, es un día complicado que sería mejor que llegara un poco después o mejor que no estuviera marcado en el calendario de 2023.
Este año, el Día de la Victoria me parece que será agridulce y complicado de celebrar con gran euforia o triunfalismo dentro de Rusia. Las cosas no se ven bien, no huelen bien y no hay forma de esconder que los objetivos no se están cumpliendo como lo está pidiendo el presidente Vladimir Putin. Uno mismo lo ve si lee la prensa escrita rusa tradicional, como también si ve día con día los programas de debate en Rossya 1, Perviy Kanal, NTV o Soloviov Live. También, el mismo Yevgeny Prigozhin nos lo hace saber con sus constantes comentarios sobre el frente de Bajmut. Por eso, es importante saber ruso y no sólo guiarse por la propaganda tradicional.
Es el segundo 9 de mayo que se celebrará bajo la invasión a Ucrania, pero en esta ocasión y comparándolo con el año pasado, se sienten los ánimos distintos. Para uno que sigue los eventos de la guerra día con día y con los rumores o últimos acontecimientos, no existe una atmósfera victoriosa o, al menos, con esos aires como el año pasado.
Rusia ha tenido una semana complicada y, aunque avanza poco a poco en Bajmut, nada está definido sobre la captura de la ciudad obsesión para el contingente invasor. El mismo líder del grupo mercenario ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, declara que se avanza en Bajmut, pero con dificultad y necesitando urgentemente municiones. Aunque el oligarca y líder mercenario presume su continuidad, también nos hace ver la realidad: si no llegan más municiones en los próximos días, el Grupo Wagner tendrá que retirase de Bajmut y sus alrededores. Una gran amenaza para la necesidad de capturar dicha ciudad antes de que llegue el 9 de mayo. Es casi imposible también con la contraofensiva que se vive ya desde hace unos días en la zona. Por fin, parece que llegó la tan esperada contraofensiva ucraniana.
Tenemos también la contraofensiva en Zaporiyia y un intento de cruzar el río Dniéper en la región de Jersón.
Al igual, en los últimos 14 meses han sido despedidos o relevados al menos 19 cabezas importantes del Ministerio de Defensa de Rusia. Uno de los últimos y que tiene apenas algunos días de ser removido por el mismísimo presidente Vladimir Putin es el general Mijaíl Mizíntsev, quien ahora se convirtió en comandante del Grupo Wagner.
Por si fuera poco, los ataques con drones se han incrementado bastante por parte de Ucrania a Sebastopol, Krasnodar, Bryansk y otras ciudades rusas. Y para calentar lo que comento en la columna, tenemos el sospechoso ataque con dos drones a una de las cúpulas del Kremlin donde está izada la bandera de la Federación de Rusia y la cual da directamente al lado de la Plaza Roja. Sea autoataque, una bandera falsa, un ataque ucraniano desde Kiev o dentro de Rusia, nos da a entender que las cosas no están bien. Es vergonzoso, sea como sea.
Con lo sucedido en Moscú, al menos 21 ciudades rusas han cancelado el desfile tradicional y las celebraciones que se llevan cada 9 de mayo para conmemorar el Día de la Victoria. En la capital, por su parte, sí se realizará el desfile y el evento tradicional, pero sin llevarse a cabo la marcha tradicional del “Regimiento Inmortal”.
Será un 9 de mayo que se celebrará por la historia y las tradiciones, pero lejos está una victoria ante el régimen de Kiev.
La realidad arde y duele.
