¿Nueva crisis política en Perú?

Perú estaba volviendo a una intermitente calma política después de que en diciembre grupos de personas se manifestaran a lo largo y ancho del país, debido a la inconformidad de tener a Dina Boluarte en el poder; la detención del expresidente Pedro Castillo y la ...

Perú estaba volviendo a una intermitente calma política después de que en diciembre grupos de personas se manifestaran a lo largo y ancho del país, debido a la inconformidad de tener a Dina Boluarte en el poder; la detención del expresidente Pedro Castillo y la terquedad del actual Congreso de Perú al no adelantar las elecciones presidenciales y generales para finales de este año o en abril de 2024.

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Recientemente, las principales noticias tenían que ver con problemas internos de congresistas corruptos o situaciones internas recurrentes que existen en cualquier país.

Externamente, lo peor sucedió con la terrible crisis diplomática que se llevó a cabo entre los gobiernos de Boluarte y López Obrador, esto por el hecho de que el mandatario mexicano no quería entregar la estafeta de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico y por enfrascarse en un pleito diplomático ridículo que ha llegado a los insultos y descalificaciones por parte del lado mexicano al querer defender al expresidente golpista Pedro Castillo, quien, por el momento, tiene una prisión preventiva de 36 meses y se encuentra recluido en el Penal de Barbadillo, Lima.

Al llegar este lunes, las cosas cambiaron y la tensa calma política que se vivía en Perú terminó por esfumarse de manera parcial. Una nueva crisis política interna podría sacudir al país sudamericano.

El golpe vino internamente desde la misma Fiscalía de Perú y fue directo para la cúpula más alta de la fiscalía: el Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder (Eficcop) y la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) realizaron una operación llamada Valkiria V, la cual dio como resultado que asesores cercanos a la fiscal general de Perú, Patricia Benavides, son parte de una red criminal que buscaba de manera ilegal influir en decisiones de más de 30 congresistas y votar a favor de la destitución de la Junta Nacional de Justicia, la inhabilitación de la exfiscal de la nación, Zoraida Ávalos, y la designación del actual defensor del pueblo, Josué Gutiérrez. Al influir en los congresistas, las investigaciones contra ellos eran archivadas o simplemente olvidadas.

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El mismo lunes, se detuvo al principal asesor de Patricia Benavides y los medios nacionales estiman cientos de mensajes de WhatsApp y más de 30 audios que ponían en aprietos a congresistas y funcionarios de la Fiscalía de Perú. Asimismo, la fiscal general removió apresuradamente y de manera extraña a la fiscal Marita Barreto, quien estaba al frente de la operación Valkiria V.

Al pasar las horas y hacerse un escándalo nacional, la presidenta Dina Boluarte pidió la renuncia de Patricia Benavides, pero hasta el día de hoy, ella se aferra a su cargo.

Ante lo sucedido, Benavides respondió con una denuncia contra la misma presidenta Dina Boluarte, debido a la muerte de más de 50 personas durante las manifestaciones nacionales realizadas en diciembre y los meses posteriores al inicio de la administración de Boluarte.

Y mientras sucede esta pelea de poderes, existe la posibilidad de que el expresidente Alberto Fujimori salga de la cárcel en los próximos días debido a un indulto que fue promovido por su misma defensa.

Al igual, un exasesor de Pedro Castillo y aportador a la campaña de Dina Boluarte fue detenido hace algunos días. ¿Cortina de humo?

Perú se ve enredada en una nueva serie de escándalos públicos que abren la puerta a una nueva crisis política nacional.

La corrupción mata a un país que no sale de una y entra a otra nueva.

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