Nicolás Petro
A principios de marzo, la revista colombiana Semana publicó un reportaje y una entrevista sobre una serie de chats y declaraciones que provenían de dos individuos bastante importantes dentro de la socialité y del entorno político de Colombia: Nicolás Petro y Daysuris ...
A principios de marzo, la revista colombiana Semana publicó un reportaje y una entrevista sobre una serie de chats y declaraciones que provenían de dos individuos bastante importantes dentro de la socialité y del entorno político de Colombia: Nicolás Petro y Daysuris Vásquez. Se sacó a la luz pública información dentro de más de mil 600 mensajes de WhatsApp de los años 2021, 2022 y principios de 2023 sobre la forma en que el diputado Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, y su todavía esposa Daysuris Vásquez lavaban dinero, recibían dinero por parte de empresarios, narcotraficantes, políticos y personas comunes para fortalecer supuestamente la campaña presidencial del aún candidato Gustavo Petro.
Daysuris, la ahora exesposa de Nicolás, fue quien decidió soltar la sopa a una de las revistas más importantes de Colombia y críticas del gobierno de Gustavo Petro. Su razón fue más que nada para vengarse de una infidelidad que realizó Nicolás Petro durante su corto matrimonio y para tratar de no salir empapada ante un escándalo que era una verdadera bomba de tiempo con el clima tan denso que se vivía dentro del entorno de la Casa de Nariño en Bogotá.
Al salir el reportaje de la revista Semana, a la Fiscalía de Colombia junto con el fiscal general, Francisco Barbosa, les cayó como anillo al dedo lo publicado y la información que se expuso, pues es bien sabido que entre Barbosa y Petro no hay una buena amistad y existen rencillas del pasado. Desde ahí, se creó una carpeta de investigación sobre el dinero ilícito, lavado de dinero y vehículos que recibió Nicolás Petro para la campaña de su padre por parte del exnarcotraficante Samuel Santander, alias El Hombre Malboro, como también por parte del contratista Alfonso Hilsaca, alias El Turco, y otras personalidades. Se estima que las cantidades llegaron a más de cuatro millones de pesos mexicanos junto con vehículos “regalados” por dichas personas.
Daysuris entregó los chats y las pruebas a la fiscalía mientras se investigaba a su exesposo, a ella misma y a la gente cercana a la campaña de Gustavo Petro. Según se sabe, la misma seguridad presidencial se infiltró en el cuerpo de seguridad del hijo del presidente para seguir investigándolo a fondo mientras él seguía libre.
La investigación duró aproximadamente cinco meses con el resultado de dos órdenes de aprehensión que se ejecutaron aproximadamente a las 6 de la mañana del sábado en la ciudad de Barranquilla para detener a Nicolás y a Daysuris, quienes fueron trasladados inmediatamente al búnker de la fiscalía en Bogotá.
La noticia de la detención estalló en los medios, las calles y dentro de la Casa de Nariño. Lo expuesto en la prensa nunca había sucedido con los hijos de un presidente colombiano.
Ante esto, Petro decidió no meterse en el asunto ni intimidar a la fiscalía. Dejará solo a su hijo con su suerte.
El golpe es duro para un presidente que ya había recibido golpes bajos por la revista Semana en meses anteriores con los escándalos de sus exfuncionarios Armando Benedetti, Laura Sarabia y la muerte del policía Óscar Dávila.
Ante la detención de Nicolás, se sabe que él y su exesposa colaborarán con la fiscalía, por lo cual, muchos se estarán mordiendo la uñas ante lo que salga a la luz pública.
Lo que resulte de esto, expondrá en su totalidad la corrupción de una campaña que se basaba supuestamente en acabar con la corrupción dentro de Colombia.
Ni el mismo Gustavo Petro saldrá limpio cuando su hijo suelte la lengua.
