Los avances dentro y fuera de la guerra en Ucrania

• Rusia tratará de capturar lo que más se pueda antes de que termine el año.

El epicentro de la guerra se sitúa en estos momentos casi de manera total en el Donbás, pero, específicamente en las siguientes ciudades: Bajmút, Andriivka, Berestove, Pidhorodne, Klischiivka, Kremina y Svatove. De donde más se tiene noción de las desgastantes y sangrientas batallas es en Bajmút. Ucranianos y rusos tienen bajas bastante prominentes. Los rusos han capturado una parte del sureste y partes del noreste casi a las afueras de la ciudad, pero les ha sido imposible entrar a la ciudad. Se habla de un desgaste tremendo para los rusos, pues se está perdiendo mucho poder y a muchos hombres en querer capturar una ciudad que es prioridad para antes de que termine el año.

En el sur, los rusos fortifican sus defensas al otro lado del Río Dniéper (Jersón), pero en las últimas horas se comenta que fuerzas rusas estarían abandonando sus posiciones para retroceder en la parte oriente de dicho río. Según, la artillería ucraniana es efectiva y estaría dando posibilidad para que fuerzas ucranianas puedan cruzar el río y tomar uno de los próximos objetivos en Jersón: Nova Kajovka.

Reportes militares de esta semana confirman que fuerzas ucranianas están realizando operaciones militares en la península de Kinburn (región de Mykolaiv) para formar una ofensiva al oeste de Jersón y así barrer la región de oeste a este. Al igual, Ucrania ha podido convalidar que fuerzas rusas están retrocediendo en la región de Zaporiyia. Esto tiene que ver con las últimas noticias de la central nuclear de Zaporiyia.

Para Rusia, todo parece indicar que las prioridades son avanzar sea como sea en Donetsk y Lugansk. Para eso, se lleva a todos los movilizados posibles y se le da el voto de confianza al grupo paramilitar ruso “Wagner”. Se tratará de capturar lo que más se pueda antes de que termine el año. Zaporiyia y Crimea tienen que ser defendidas.

Rusia en estos momentos tiene su momento de mayor protagonismo, especialmente por lo que sucede en el Donbás y en los ataques con misiles de tipo crucero que han dejado a millones de ucranianos sin electricidad ni agua. Lo peor está por venir. No lo dudo ni un poco.

Por otra parte, el pasado viernes, el presidente Putin se reunió en su residencia de Novo-Ogaryovo a las afueras de Moscú con supuestas madres de soldados finados en la guerra con Ucrania. Se trató de dar una imagen consoladora y que “demuestra” la importancia del líder ruso hacia las madres que han perdido a sus hijos, cuando en realidad, prácticamente todas las mujeres son actrices, activistas proKremlin, agentes del FSB o funcionarias rusas. En pocas palabras, todo fue una farsa.

Muchas de las recientes reuniones que ha tenido Putin con civiles o donde se aprecia al presidente ruso junto con civiles, todos son agentes del FSB, actores o funcionarios rusos usados casi siempre en los mismos encuentros. Esto se ha investigado y confirmado por varios medios extranjeros. ¿A qué tanto le teme Putin? Mucho, especialmente con el descontento que crece sobre la guerra dentro de Rusia.

También, consterna en demasía la repentina muerte del ministro de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, Vladímir Makéi. Un hombre de 64 años y mano derecha del presidente Aleksandr Lukashenko.

En sí, no se sabe nada sobre la muerte del canciller bielorruso. Se habla de que Lukashenko habría cambiado su seguridad más cercana y personal de confianza. Algunos rumoran que fue una llamada de atención por parte de Rusia para presionar más a Bielorrusia a que se envuelva más en la guerra.