La “petromarcha” de Gustavo Petro
El presidente Gustavo Petro regresó a Colombia hace algunos días después de haber asistido a la 78 Asamblea General de la ONU en Nueva York cargando consigo mismo un no muy buen sabor de boca al saber que su discurso llamó más la atención por la alteración de audio, ...
El presidente Gustavo Petro regresó a Colombia hace algunos días después de haber asistido a la 78 Asamblea General de la ONU en Nueva York cargando consigo mismo un no muy buen sabor de boca al saber que su discurso llamó más la atención por la alteración de audio, que se realizó desde Presidencia de la República cuando dirigía sus palabras a una asamblea casi vacía y con aplausos editados, que por lo que realmente tenía de fondo su participación y su discurso envalentonado.
Dentro y fuera de Colombia, se le hizo burla a su discurso, a la soledad de la asamblea y a los aplausos que le sembraron mientras creía que brillaba en lo más alto de la ONU. Si uno ve el video, claramente se observa la incomodidad de Petro al saber que la asamblea se vaciaba mientras esperaba comenzar su discurso.
Al hacerse viral la burla, se supo que en Presidencia le dieron las gracias al responsable del bochornoso video, quien era un contratista de la Presidencia de la República de Colombia. No cabía la vergüenza que le hicieron pasar a un presidente que no sale de una y se mete en otra.
Al pasar los días y apaciguarse lo de Nueva York, salió la noticia de que Nicolás Petro, hijo de Gustavo Petro, no llegó a un acuerdo ni con la Fiscalía de Colombia para avanzar en la investigación que se lleva en su contra por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, como también en el acuerdo de cooperar acerca de los dineros irregulares que entraron a la campaña de su padre. Ante esto, el junior y amante de las gorras de Novak Djokovic y Roger Federer deberá enfrentar su juicio que inicia en noviembre y que podría dejarlo 15 años en la cárcel. El primogénito presidencial sigue su proceso en libertad. Por ahí se habla que su parecer sobre cooperar con la fiscalía cambió después de una visita exprés que realizó su padre a Barranquilla, ciudad donde se encuentra condicionado.
Asimismo, salió recientemente a la luz pública que la esposa de un narco colombiano apoyó la candidatura presidencial de Gustavo Petro.
Al saber estos hechos, el presidente colombiano convocó a realizar marchas en Bogotá y en las principales ciudades del país sudamericano durante los días 27, 28 y 29 de septiembre para defender las reformas de su gobierno, buscar respaldo de la sociedad y tratar de arropar a su candidato Gustavo Bolívar, quien participará para ganar la alcaldía de Bogotá a finales de octubre.
Por la información que se ha dado en las últimas horas, más de 50 organizaciones civiles, centrales obreras, sindicatos, funcionarios públicos, movimientos indígenas afines al gobierno y seguidores de Petro formaron parte de la marcha del 27 de septiembre que el presidente denominó como la marcha “por la vida”. Muchos, se rumora que fueron acarreados o han sido comprados por el gobierno petrista.
En Bogotá más de 32 mil personas se hicieron presentes en la Plaza Bolívar y en las calles de la capital. Se contaron miles en las principales ciudades del país, también.
La marcha, pareciera haber sido un acto desesperado por un presidente que quiere seguir viviendo en una burbuja o en una ilusión que ya no es la que sucedió cuando ganó la presidencia.
Fue la marcha de Petro, convocada por Petro para apoyar a Petro y financiada por el gobierno de Petro.
Fue una “petromarcha” para hacer promoción política y para sentirse arropado de manera artificial por un pueblo que se come sus escándalos en poco más de un año de gobierno.
¿No le asemeja a alguien en particular? A mí, sí.
Entre populistas se parecen bastante.
